Por Violeta Escobar
Hace un buen tiempo que estoy en la búsqueda del crêpe perfecto. Es un antojo que me invadió después de desempolvar digitalmente las fotos de un viaje a París allá por el 2013. En una de ellas, borrosamente capturé un crêpe gigante de esos que se hacen en pequeños puestos en la calle. Era de Nutella derretida con almendras. Hasta hoy puedo sentir el sabor y el clima mágico de ese momento.
Bienvenue es la crepería de Sébastien, un francés amante de la cocina que, por cosas de la vida, vino a vivir a Paraguay con su esposa e hijos hace un tiempo. Situada en pleno Barrio Las Mercedes, no puede gozar de una mejor ubicación. Era la oportunidad perfecta para revivir aquel sabor del 2013.
El lugar a primera vista peca de sencillo. Con una decoración hecha en casa, el romántico sentimiento de las manualidades cobra un nuevo significado. Hay mesas de madera, cuadros de colores, salitas privadas y música que suena de fondo. Todo es muy colorido y pintoresco, sin un estilo definido. Algo que no es malo, después de todo; hoy se promueve la mezcolanza como principal atributo.
Si bien lo evidente sería instalarnos adentro, recomiendo seguir explorando hasta el fondo y disfrutar del patio (si el calor tropical paraguayo lo permite, fundamental). El jardín tiene un encanto peculiar, aparte de una linda vista. Hay una mística mesita debajo de un árbol de limón que vale la pena reservar.
En cuanto a la comida, Sébastian es muy estricto y nos cuenta con fogosidad que utiliza productos naturales sin pesticidas, traídos del Chaco. “No está bueno no saber qué comemos”, exclama, y su acento muy marcado me convence.
La carta es escueta pero perfecta, tiene entre lo más importante diez sabores de crêpes dulces y diez salados. Su idea es la mezcolanza, sin reglas absolutas, entre la cocina francesa y la paraguaya. Tiene un menú ejecutivo muy delicioso, pero nada de eso me importaba, ya que yo en ese momento solo tenía intención de probar los crêpes.
Probamos primero el crêpe salado “William”, que tenía pera, queso azul, miel, panceta y nuez. Esta es una de mis combinaciones favoritas y, por suerte, no me decepcionó.
Observación importante: que el atractivo físico del crêpe no engañe, ni mucho menos decepcione. Dicen que no hay que juzgar un libro por su portada, y este es el caso de los crêpes de Sébastien. Detrás de toda esa caótica presentación encontramos sabores caseros muy definidos que llenan las expectativas de los melancólicos como yo.
Luego de digerir lo salado, era (de vida o muerte) pasar automáticamente a lo dulce. Probamos el crêpe dulce con chocolate de la casa, chantilly y una bola de helado de limón. El contraste de sabor fuerte del helado con el chocolate casero era algo realmente destacable.
Con esto, finalmente pude satisfacer mis antojos, resumiendo la experiencia de Bienvenue como un lugar tan sencillo como delicioso.
Washington 593, Asunción. (0983) 366090
Lunes a miércoles de 10 a 16 hs y de jueves a sábados de 10 a 23
Precios ntre G 10.000 y G 40.000