La industria agroalimentaria moderna parece elegir las tendencias utilizando palabras sencillas como natural, saludable, fresco, de temporada, sabroso, seguro, e incluso con “el global versus local”. Acortar distancias entre la tierra y el fogón, es un fenómeno que trasciende etiquetas y una filosofía compartida por cocineros en todo el mundo. ¡Compren y coman lo que hay cerca! Un buen ejemplo de producto que viaja kilómetros para llegar a nuestra capital es el salmón, considerado un pescado “fashion”, benéfico para la salud, siendo aclamado por las cartas de todos los restaurantes asuncenos. El famoso Salmón Chileno con Salsa de…

Entre los argumentos a favor de su consumo, declararán que el salmón contiene una gran cantidad de ácidos grasos Omega 3, vitaminas A, D, E y complejo B, magnesio y hierro. Ok, sería bonito si no fuera por una gran trampa: el salmón que se encuentra en los supermercados no es tan beneficioso y glamoroso. Encontramos aquí el salmón criado en cautiverio procedente de Chile, que es diferente del salmón salvaje que proviene de América del Norte. Estamos seguros de que la carne del salmón es de color rosa-naranja- o “salmón”. Sin embargo, esta regla sólo se aplica a los peces en alta mar, que pasan su vida en libertad en el océano suben los ríos en la época de reproducción y luego mueren. Este pez que es raro, caro, delicioso y de un color fantástico debido a su dieta de camarones y kril, solamente representa un cinco por ciento del salmón vendido en los Estados Unidos y seguramente no llega a Paraguay.

La gran mayoría de los peces que se encuentran en los mercados de todo el mundo se crían en fincas bajo el agua, y tienen un color que va del gris al beige claro, pasando a lo sumo por un rosa pálido. Para mantener el mismo tono de salmón silvestre el pez recibe una ración de aditivos sintéticos, derivados del petróleo. ¡Petróleo! La verdad es que este pez que recibió la fama de alimento estupendo, lleno de Omega 3, que combate el colesterol malo, es anti-inflamatorio y aporta numerosos beneficios a los consumidores, no pasa de ser un producto falso.

El mercado de productos locales comienza a ser visto como una gran oportunidad para los profesionales de la industria agroalimentaria y revela la evolución del sector y las nuevas tendencias de consumo. Este fenómeno surge a raíz de dos motivos principales: por un lado, la toma de conciencia por parte del consumidor sobre la importancia de consumir productos locales. Por otro lado, el fenómeno guarda relación con la crisis económica y del petróleo (peak oil) y los beneficios que esta actitud supone para la economía y el empleo local. ¡No les parece fantástico y a la vez responsable! ¡No comamos y quememos Petróleo!

Razones por la cuales debemos comer productos locales

1. Comer productos locales es bueno para la economía local.

2. Un guaraní gastado en productos cercanos genera el doble para la economía local.

3. Los productos son más frescos.

4. Los productos transportados desde grandes distancias pueden haber estado semanas en congeladores.

5. La comida local sabe mejor.

6. Los productos recolectados tradicionalmente cerca de tu casa tienen menos productos para conservarlos y aditivos.

7. Comer de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes, los medios que transportan los productos de lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2.

8. Comemos productos de temporada.

9. Impedís monopolios que alteran los precios de origen.

10. Comprando a los productores locales apoyás el desarrollo sostenible de sus tierras y negocios.

Por Andre Magón