Paul Hobbs ha impulsado importantes proyectos y creado vinos emblemáticos en California, en Chile, Francia y Argentina. En Argentina, particularmente en Mendoza, ha sido pionero en la producción de vinos de calidad internacional. Su pasión por la viticultura y su habilidad para combinar tradición con innovación le han valido reconocimiento y premios a lo largo de su trayectoria. Sus vinos son elegantes, complejos y reflejan el terruño de donde vienen. En su visita a Paraguay entrevistamos a Paul Hobbs. Estas son sus respuestas.
Paul Hobbs
La principal contribución de Viña Cobos a la industria argentina es la calidad. La atención al detalle, el estudio del terroir, farming, qué variedades plantar y cómo. Esa mentalidad, esa metodología de trabajo es el gran aporte de Viña Cobos para el desarrollo de la vitivinicultura local. El trabajo pionero que realizamos en cada área por el desarrollo de la calidad se ve en la botella y es también este el motivo por el que logramos llegar a diferentes mercados.
Cuando uno busca un líder en el mundo del vino, y en particular en enología, hay que tener en cuenta ciertas características y Diana posee todas las que busco en un primer enólogo. La mayoría piensa que un primer enólogo debe ser alguien capaz de reconocer y de hacer un buen vino, pero hay mucho más detrás. Disciplina, habilidades organizativas, compromiso… en otras palabras, Diana tiene la fortaleza de organizar a su equipo y coordinar procesos sofisticados y multidisciplinarios: producción, laboratorio, viñedos. Además, Diana es muy humilde, se formó “desde abajo” haciendo cada una de las tareas de la bodega y ella ama estar conectada con las bases. Es una líder extraordinaria con un gran conjunto de habilidades y talentos, que cuando están juntos llego a la conclusión de que no hay una mejor persona para este puesto.
Estamos en constante innovación y desarrollo, pero también reconocemos nuestros pilares claves que respetamos y no cambiamos, como el manejo sustentable del viñedo. Lo que hicimos en 2023 no lo vamos a repetir el próximo año, porque fallaríamos. Cada año trabajamos para superar el anterior.
A menudo la gente pregunta si vamos a lanzar un nuevo varietal, una nueva línea, muchas veces sí, otras veces no. Revisamos constantemente cada detalle, cada proceso, proveedor y este es un gran trabajo. El mercado es dinámico, por lo que tenemos que estar atentos a sus cambios, a dónde va, cómo seguirlo y liderarlo.
Vamos a seguir enfocados trabajando en el Malbec, Cabernet y Chardonnay, y a medida que nos desarrollemos con buenas bases seguiremos creciendo, no solo en cuanto al producto, sino también en nuestra cultura de trabajo y equipo.
Los desafíos son permanentes en Argentina, el problema es que muchas veces uno no se puede anticipar a cuándo o de dónde vendrán: económicos, políticos, sociales, climáticos.
Pero hablando de la industria en general, el cambio generacional y el consumo de vino es el principal. Entender los cambios y analizar si nuestros productos se adaptan a la evolución del mercado.
Además, uno de los principales desafíos que tiene la industria argentina es dar a conocer en el mundo la calidad de sus productos, porque no tiene aún una imagen fuerte internacionalmente.
Mis vinos favoritos son los que reflejan a las personas detrás de ellos, las personas que están orgullosas de su trabajo. Los mejores vinos están hechos por la gente del lugar, que cuida de sus viñedos y está atenta a cada paso. No importa el país, la marca o el varietal… todos son interesantes, pero cuando hay pasión detrás puedo disfrutar de ese vino una y otra vez.