Si no podemos ir a la playa, traigamos la playa a nosotros”, dijeron Claudia, Roberto, Diego y Claudio hace tan sólo 4 meses cuando nacía Hippie Chic Soul Food, un lugar que por fuera, no es más que un simple carrito lomitero de hojalata rodeado de mesitas y una inexplicable cantidad de personas. Es cuestión de acercarse, sentarse y descontracturarse para entender de qué se trata. Luces de colores y banderines decoran las carpas colocadas como al descuido en esta transitada esquina. Mesas de pallets forrados, un rejunte de sillas playeras multicolor, mesitas de todas las alturas y tamaños, crean un ambiente relajado y cool, como para sacarse el reloj, desprenderse la camisa y apagar el celular de una vez por todas.
La carta, escrita a mano, invita a empezar tomando y terminar comiendo. La gente viene y va, y se presentan en grupos tan paradójicos como el ser hippie y chic al mismo tiempo; entre trajeados laburantes y semi-trajeados farristas, grupos de mayorcitas y patotas de menorcitos, las más fashion de Carmelitas y hasta el vecino en zapatillas que se olvidó de ir al super ese día. El obligado de la casa es el Lomito de lomito (G 25.000), un feroz sándwich (que también puede pedirse en su versión árabe) preparado con un grueso corte de lomito de exportación. Acompañado de una inusitada combinación de guacamole, morrones asados, aceitunas negras, panceta desgrasada, repollo colorado, queso cheddar y mozzarella, este lomo, primo extranjero y chuchi del famoso lomito completo, logra hacer metamorfosis y cambiar de sabor en cada bocado. Haciéndole fuerte competencia al Lomito de lomito, el Roque (G 25.000) es un sándwich de lomito igual de poderoso, pero combina en su audacia gourmet una intensa salsa de roquefort, tomates secos, cebollas al malbec y champignones. Ambas opciones llegaron para salvarnos de los sándwiches de milanesa recalentados de estación de servicio, hasta hace poco única opción pasada la medianoche un jueves cualquiera.
Los amigos vegetarianos no la tienen nada fácil en esta república carnívora y conseguir una Veggie Burger (G 25.000) a altas horas de la madrugada puede ser más engorroso que intentar cocinar algo tras el segundo pack de cervezas. La receta de esta hamburguesa artesanal de soja y berenjenas a la provenzal viene acompañada de todo lo que tiene el Lomito de lomito, menos panceta. Si la idea no es bajarse un feroz lomito yerador/somnífero, una picada de Rabas (G 25.000) o Camarones (G 30.000) apanados en harina oriental es la mejor elección. Acompañados de rodajas de limón y una mayonesa misteriosa, esta picada nos recuerda que a veces las mejores cosas vienen en paquetes pequeños. De verdad, al morder el primer bocado, cuesta no escuchar un “Sanduiiishi naturauuu” a lo lejos.
Otra atípica opción para un carrito, una clásica ensalada Caprese (G 30.000) ideal para las que se están cuidando pero son atacadas por el hambre de trasnoche. Con tomate, mozzarella fresca y albahaca coronados con aceite de oliva y reducción de aceto balsámico, no será un lomito, pero está por ahí cerquita nomás. Para acompañar, la Frozen caipiroska (G 15.000) es la reina del carnaval de los tragos. O -¿por qué no?- un vinito, un champagne, un tequila, una cervecita, un Jägermeister… En fin, se hacen la idea. Sin dudar, la estrella indiscutible de toda esta experiencia es el Volcán de chocolate (G 25.000) ¡Mamma mía! De chocolate negro, blanco o marmolado, y siempre acompañado de una bocha de helado, si alguna vez osé recomendar un volcán de otro lugar, me retracto y les invito a que prueben este manjar que vuelve egoísta hasta al menos dulcero de la mesa. Al final de la noche, tras comer y tomar, este lugar nos deja una sola lección: donde hay buena onda, siempre se pasa bien.
Datos Útiles Best Buy: Volcán de chocolate. (G 25.000). Horario: Jueves a Domingo de 20:30 hasta que se vaya el último Dirección: Avda. San Martín esq. Nuestra Sra. del Carmen