24 de Abril de 2024
Javier Viveros: Narrar la condición humana

5C6A2578Su obra presenta escenarios diferentes y demuestra que Javier Viveros no teme a la variedad ni a los desafíos. Creador activo y entusiasta, conversó con nosotros en un lugar donde resuenan los ecos del pasado. En los anacrónicos pasillos de la estación del ferrocarril de Asunción, hablamos de la escritura y de las historias que marcan nuestra condición de seres humanos mientras, afuera, la jornada se movía con el ritmo típico del centro: con sus colores, sus alegrías y sus penas, con todo eso que tiene la buena narrativa.

Trabajás géneros bien diversos, ¿cómo vivís esa experiencia?

Me resulta muy natural moverme entre los diferentes géneros, que para mí constituyen simples instrumentos para hacer lo que me gusta: contar historias. Cada uno tiene sus preceptos, sus herramientas y límites. Uno, como autor, debe buscar el que mejor se adecue para la transmisión del mensaje que tiene en la cabeza, de eso que quiere contar.

Los hechos históricos ocupan un lugar importante en tu producción literaria, ¿a qué responde este interés?

Si bien he escrito “Fantasmario - Cuentos de la Guerra del Chaco”, es en la historieta donde he explorado más profundamente el tema histórico, un tema que me atrae porque hay demasiadas historias que contar. El pasado bélico de nuestro país me interesa y mucho. A mi juicio, la guerra te expone a una situación límite que pinta como ningún otro evento la condición humana, muestra al hombre en su desnudez más ontológica, esencial, con sus derrotas y esplendores. Como artista de la palabra, mi meta es siempre estética. Y si puedo conmover al lector contándole algo de nuestro pasado bélico —enseñar deleitando—, tanto mejor.

Investigaste mucho para tus obras de trasfondo histórico, ¿qué es para vos la guerra, a partir de ese aprendizaje?

Ciertamente entraña mucha investigación, mucha lectura. Por más que el abordaje se haga desde el arte, el tema histórico exige rigor. La guerra es la pesadilla mayor, es el monstruo antropofágico que ha torcido el rumbo de la historia reconfigurando sus caminos y que, quiérase o no, ha acompañado a nuestra especie desde siempre.

¿Qué lugar ocupa en tu vida cotidiana la literatura?

Uno central. Estoy siempre, aún dormido, pensando en los proyectos que capturan mi atención. Los enfoco, los estudio, observo desde diferentes ángulos, los hago andar y termino por conducirlos a buen puerto.

¿Qué creés que debe hacerse para que en Paraguay se lea más?

Creo que es imperiosa la aprobación de la Ley del Libro, solo con el involucramiento del Estado se pueden hacer cosas en la escala en la que son necesarias para que la lectura sea un hábito común entre nosotros. El apoyo a la formación de lectores y escritores, a la producción y circulación del libro y la democratización del acceso de la población a la lectura, están entre los objetivos fundamentales de esa ley.

Si pudieras comparar con alguna comida las sensaciones que buscás generar en el lector mediante tus textos, ¿con qué comida sería?

Yo tengo fascinación por el lenguaje, busco sus bordes, sus límites y orillas, ansío paladearlo, persigo la desautomatización de las palabras, quiero contar las cosas de siempre, pero de otra manera, jugando, que el lenguaje sea mi instrumento lúdico. Comparémoslo con un buen plato de chicken tikka masala, ese manjar que es una medalla en el pecho de la cocina india. O con un humeante caldo de surubi, algo más nuestro.

¿Se escribe mejor después e comer algo rico?

Por supuesto. Se escribe siempre mejor en un estado de satisfacción y tranquilidad.

¿Alguna bebida capaz de despertar a las musas?

Conmigo no se callan nunca, así que necesito más bien una bebida que sirva para adormecerlas. La cafeína es un elemento de gran ayuda en mi quehacer artístico. Y el jugo de pomelo, cuando es temporada.

¿Estás trabajando en algún próximo libro?

Tengo finalizado el primer borrador de una novela ambientada en la Guerra del Chaco. La obra trata del doctor Carlos de Sanctis, un cirujano argentino que cuando estalló la guerra con Bolivia vino al Paraguay a presentarse como voluntario. Estuvo en la retaguardia de la batalla de Saavedra, como capitán honoris causa de Sanidad. Trajo consigo una cámara fotográfica y obtuvo las mejores fotografías del conflicto, entre ellas unas imágenes desgarradoras que retratan el horror en primer plano.


Javier Viveros es escritor y explora diferentes géneros: desde el cuento y la poesía, hasta la historieta, el guión y la narrativa infantil. Es ingeniero informático y Magíster en Lengua y Literatura Hispanoamericana, y se ha desempeñado como editor y docente universitario. Recibió numerosos reconocimientos, entre los cuales destaca el premio “Edward and Lily Tuck” a la literatura paraguaya, otorgado por el PEN Club de Estados Unidos al libro “Fantasmario - Cuentos de la Guerra del Chaco” en el año 2018. Sus cuentos aparecen en antologías de Alemania, Argentina, Bolivia, Chile, Cuba, España, Escocia, Paraguay y República Dominicana. Fue vicepresidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay en el periodo 2016-2018.

31 de Octubre de 2018

webmaster

Notas relacionadas

Lo más leído