Hace apenas unos meses el restaurante La Musique del Casino Vivant, inauguraba sus instalaciones con muchas expectativas. Hoy, gracias al estilo culinario que la chef Mariana Mersán plasmó en la carta, se registra una clientela fiel, deseosa de esos sabores que transportan a otros lugares del mundo.
Por alguna razón, mientras los platos de La Musique iban saliendo de la cocina, en mi cabeza sonaba la inmortal pieza lírica Camille, del compositor francés George Delerue, que Scorcese utilizó en su película Casino.
La melodía romántica combinaba maravillosamente con el estilo arquitectónico sobrio y elegante del lugar, de mobiliario de líneas depuradas, una paleta de tonos marrones y una iluminación de luces y sombras bien pensada. Me imaginaba a Sam Rothstein (Robert De Niro), gerente de un famoso casino en Las Vegas, sentado en esos sofás circulares de cuero, pidiendo —de entrada— un provolone con morrones ahumados, acompañado de panceta crocante y almendras tostadas, o queso brie apanado con mermelada de damascos y tapenade con hojas de rúcula, todo con un buen whisky escocés, por supuesto.
Mariana Mersán es la chef a cargo de la cocina de La Musique. Ha aplicado aquí, en este establecimiento gastronómico, todo el conocimiento que ha adquirido durante su vasta experiencia de muchos años de trabajo. “Estudié la carrera de técnico en gastronomía en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), en Buenos Aires. Me especialicé en pastelería y también seguí la carrera de sommelier. Trabajé en importantes restaurantes de Argentina. Más tarde, hice pasantías en El Bulli, en el hotel de Sevilla, España; y en La Mar, de Gastón Acurio, en Perú. Aquí, en La Musique, estoy desde enero. Antes me dedicaba a asesorar, más que nada”, comenta.
La carta de La Musique es corta pero variada y da evidente prioridad a la calidad de los productos de estación. “Trabajamos con los mejores proveedores del país; por ejemplo, todo lo que es carne es de Neuland, si bien tiene un precio más elevado, nos aseguramos de que sea la mejor”, detalla la chef.
“Cuando creo una carta, creo una cocina influenciada por mis viajes o por mis vivencias, pero adaptada al paladar paraguayo”, agrega Mariana, al tiempo que llegan a la mesa un apetitoso lomito en salsa de hongos con fettuccine caseros al cacio e pepe (queso y pimienta); y ravioles gigantes, rellenos de yema con demiglás.
“Todas las pastas son caseras. Nosotros elaboramos todo, desde los panificados hasta los fondos, ya sea de vegetales, de mariscos, de pescados. Por ejemplo, para el ravioli que probaron, utilizamos un fondo de reducción de cocción de tres horas. Siempre tratamos de reutilizar todo, lo mismo cuando hacemos una paella, el fondo es casero, nunca usamos cubitos de pollo ni nada por el estilo”, refirió la chef, entretanto seguíamos disfrutando de las pastas frescas.
La carta también contempla una sección de carnes, cerdos, pollos y pescados. “El salmón que ofrecemos acá lo cocinamos ‘vuelta y vuelta’, ya que el producto siempre nos llega nuevo. Lo preparamos así, salvo que el cliente, expresamente, nos pida lo contrario: bien cocido o pasado”, nos revela mientras degustamos el pescado, pudiendo comprobar claramente la técnica de cocción del salmón grillé que nos menciona. El plato vino acompañado con crema de espinacas y papines asados.
El sushi tiene un lugar reservado en el menú de La Musique, desarrollado en conjunto con Brooklyn Hotel, donde se puede optar por rolls, tiraditos, hasta sushis, todo con algún maridaje musical. El que elegimos fue con Tina Turner, que lleva queso crema, palta, salmón ahumado y salsa de tierra y mar.
En cuanto a las propuestas dulces, la selección despliega opciones como el budín húmedo con aceite de oliva y harina de maíz, con compota de frutos rojos y helado americana. También ofrecen variedad de volcanes, como los de chocolate o dulce de leche que tienen, a su vez, diferentes ingredientes, como Ferrero Rocher, Nutella, galletitas, entre otros.
La sección de bebidas está muy bien nutrida con vinos de diferentes regiones, espumantes y champagnes. Cuenta, igualmente, con cocteles clásicos y recetas de autor como “Dark side of the moon Negroni”, que lleva gin, Amaretto, Campari, Martini Rosso y que fue descubierto con un gran espectáculo de fuego, lo que le otorgó un sabor ahumado.
La lista de opciones continua, pero, dejamos un paréntesis para que el lector las descubra por sí solo y nos comente, luego, en nuestras redes sociales. ¡Salud y que lo disfruten!
Avenida del Yacht N° 11, Lambaré. 0981 940848. Abierto de lunes a jueves de 11 a 00. Viernes y sábado de 11 a 01:30.