21 de Noviembre de 2024
Las nuevas pastas gourmet de Anita

Las nuevas pastas gourmet de Anita

Elaborando sus productos caseros, la marca apunta a la alta gama, basándose en los orígenes de la pasta italiana. Produce 22 formatos de fideos entre los cuales destacan los alta gama  fusilli, chifferi, farfalle, spaghetti y sedani, todos elaborados en base a huevos y sémola. “Son nuestro producto estrella, que compite con las mejores pastas de la región y las italianas que llegan al mercado, a precios mucho más bajos y con igual o mejor calidad”, asegura Manuel Alvear, jefe de la planta de Pastas Anita.

La sémola –importada, porque no se produce en el país- es la harina de la mejor calidad conocida. Es gruesa, elaborada con distintos cereales -trigo, maíz, cebada y en algunos casos legumbres-. “Las pastas Anita tienen muy buen sabor. No se pegan durante la cocción ni en el paladar. Si se sobrecocinan no se altera su sabor, que está muy identificado con el huevo. Además, no pierden su forma como a veces sucede cuando se sirve la salsa en la pasta corta. Esta pasta siempre mantiene sus curvas y su textura”. Los fideos de sémola al huevo se elaboran con ingredientes naturales y su color amarillo viene del huevo, la sémola y la cúrcuma.

En octubre, pastas Anita lanza su segundo producto de alta gama, una pasta laminada muy artesanal, Anita Tallarín Laminado. Cuando la mayoría de las máquinas de la planta industrial se manejan por computadora, la de alta gama se va a regir solo por el tacto de personas. “Se va a elaborar de acuerdo al ojo del pastero, que sabrá si falta agua, harina, u otro ingrediente. La máquina solo va a dar la forma, con un sistema antiguo, en base a ventiladores. En vez de secarse en 5 horas lo va a hacer en 12”, explica Alvear. Este proceso es similar al que hacían las mujeres italianas en las casas pasando la pasta por la máquina que corta los tallarines y de ahí yéndose a secar colgados de varillas. Es un reencuentro de la pasta con su origen más sencillo y delicioso, sin más ingredientes que el agua y la harina.

De textura porosa, es ideal para acompañar una buena salsa que la masa absorberá al instante, ya sea roja, blanca u otras. “Nosotros vamos a cuidar la calidad. Vamos a asegurarnos de que el sabor sea equilibrado”, dice Alvear.

Palabra de chef

El chef Rodolfo Angenscheidt, asegura que las pastas al huevo son de una calidad muy superior a la pasta común. “Sale al dente. Solo hay que respetar el tiempo que dice en el paquete. Pero si se sobrecocina no se hace un engrudo y mantiene el sabor. Se puede disfrutar igual –hay gente a la que le gusta la pasta más blandita–. Incluso si sobra al mediodía se puede guardar y recalentar para comer de noche”, asegura Angenscheidt. Como demostración, el prestigioso chef cocinó Anita farfalle al huevo con ryguasu apu’a (albóndigas de pollo), con la variedad corbatita de pastas al huevo, y sopa fácil de pastas Anita spaghettini al huevo (para niños), con el spaghetti cortado en pequeños trozos de dos centímetros para caldo. “Absorbe muy bien la salsa. Igualmente, para que absorba todavía más, yo pongo la pasta recién cocinada sobre la salsa y no al revés, como se acostumbra. Luego se arregla –la estética– en el plato”, confiesa el cocinero.

La fábrica

La Planta Industrial de Pastas Anita, que integra AJ S.A., inició sus operaciones en 1995. Su producción y venta ha venido creciendo en forma sostenida en los últimos 5 años en los 3 tipos de pastas secas que produce; la pastas cortas, largas y nidos. Ubicada en el Km. 27,5 de la Ruta 2, Itauguá la planta tiene distintas líneas de producción en la elaboración de pasta seca, la última instalada este año. Las recetas se basan en las tradicionales pastas italianas y están elaboradas en máquinas del mismo origen. Uno de los recursos naturales más importantes es el agua subterránea que utiliza, “de gran calidad y que cumple con todos los requisitos exigidos por los organismos de control. Tenemos un laboratorio que realiza controles muy estrictos en esta área. También debemos destacar la inter-acción que tenemos con la comunidad que nos rodea, tratamos de ser una fuente importante de trabajo para las familias de la zona y especialmente para las madres solteras”, explica Alvear.

La fábrica cuenta con un laboratorio y un departamento de control de calidad con 13 analistas en los 3 turnos de producción, que da seguimiento a las buenas prácticas de manufactura, materia prima e insumos, procesos de producción, de productos terminados y a las 48 horas de producidos se vuelven a revisar los productos antes de su salida al mercado.

29 de Octubre de 2014

Alacarta

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