Es posible reconocer un auténtico espresso italiano a primera vista: crema espesa, buen cuerpo y un intenso aroma. Un placer inconfundible, un ritual y un estilo que Lavazza ha difundido también por el extranjero, convirtiéndose con ello en sinónimo de café.
La empresa fundada por Luigi Lavazza en Turín, 1895, importa café de los principales productores en todo el mundo: Brasil, Colombia, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Uganda, Indonesia, Vietnam, Estados Unidos y México. Coffea arabica y Coffea canephora (más conocida como Robusta) son las dos especies de café utilizadas para producir y comercializar este producto.
El arte de mezclar: Los expertos de Lavazza viajan a las ubicaciones locales para probar el café verde y seleccionar las mejores calidades para los blends Lavazza. Los cafés seleccionados pasan, entonces, a la fase de mezclado (blending): un auténtico arte, inventado por el propio Luigi Lavazza hace más de un siglo. Los blends son recetas secretas, preparadas con cuidado, que hacen único y reconocible el café del productor. Todos los productos de Lavazza para hogares, oficinas y cafeterías son blends. Los mejores incluyen hasta cinco y o seis tipos diferentes de café (llamados orígenes) y pueden ser 100 % Arábica o una mezcla de Arábica y Robusta: el primero es dulce y aromático; el segundo, generoso e intenso.
En términos generales, un Arábica lavado será más fino y ácido que un blend natural, que tiene un sabor más dulce y equilibrado; mientras que un Robusta lavado, por ejemplo, será más equilibrado que un blend natural.
El sabor del blend también cambia según la procedencia de los diversos cafés: un predominio de orígenes brasileños dará un sabor con cuerpo y chocolateado; mientras que los orígenes centroamericanos resultan en blends de café más aromáticos y delicados.