Nunca está de más un lugar que ofrezca comida casera para nosotros los oficinistas que sufrimos los horarios estrictos de almuerzos de lunes a viernes.

Es por eso que “Plato del día” es una opción espectacular para los que buscamos el mimo culinario de la madre, pero sin tener que ir hasta la casa y sin perder los tuppers en la oficina.

Con una estupenda ubicación (Aviadores casi Santa Teresa), los precios de las comidas son amigos del bolsillo e inclusive del fin de mes que acecha cuando uno menos se lo espera.

Como habría de esperarse, este tipo de propuesta al estilo buffet ofrece comida casera y artesanal, con opciones acertadas que utilizan ingredientes frescos del día y mucho cariño en la elaboración, para así ofrecer esa sensación de “estar en casa”, pero en pleno territorio comercial.

El hit del lugar son las indiscutibles favoritas de los almuerzos de todos los tiempos: las pastas, así que decidimos probar no uno, sino tres (sí, sí, tres) platos de pastas diferentes, solo para cerciorarnos de que sean tan deliciosas como en la foto que nos hizo agua la boca.

El primer plato de pastas fue un fetuccini con salsa rosa, el segundo unos deliciosos spaghettis con salsa pomodoro y el tercero, para rematar la poca vergüenza, unos ñoquis con salsa de champiñones. Todavía me pregunto cómo es que sigo viva luego de semejante festín. Misteriosamente, la balanza desapareció del baño y cambié los jeans por calzas elastizadas.

Volviendo a las pastas, quiero mencionar que tenían una textura suave, estaban deliciosamente cocidas en el punto justo y todas las salsas estaban poderosamente elaboradas con ese indiscutible toque casero del que Plato del Día se jacta desde el día cero. El ritual de espolvorear queso rallado previo al primer bocado solo podía anticipar cosas buenas.

No me pude decidir entre el fetuccini con la salsa rosa o los ñoquis con salsa de champiñones. Ambos potentes y ambos favoritos, tuve que finalmente no terminarlos para poder seguir degustando más opciones, muy a pesar mío. ¿Quién se niega a dejar un lugarcito para los postres? Sí, postres en plural.

Pero antes de ir a los postres, quiero mencionar una infalible receta que este lugar tiene para combatir el temido lunero: sopa de pescado calentita para el alma. Deliciosa opción que solo se sirve los lunes, truco perfecto para atraer a los malhumorados madrugadores y acabar con el pirevai mortal que el comienzo de la semana genera.

¿Algo más? Mucho, mucho más

Así como pueden leer, en Plato del Día podrán encontrar una variedad interminable de propuestas, especial para ir en un grupo grande de compañeros de oficina, cuando la indecisión siempre reina en las salidas, el menú a la carta es muy amplio y el buffet, ni qué decir. Las carnes, ensaladas, pastas, pizzas, hamburguesas, milanesas y por supuesto postres y jugos naturales son las posibles opciones que no dejan a nadie afuera. Hay de todo y para todos. Además, ofrecen servicio de desayuno y cafetería: café y masitas varias.

Plato del Día es un lugar que, tienta ir para almorzar en el trajín del día a día, propone probar todo su abanico de opciones, desde deliciosos desayunos bien temprano, hasta cenar bien tarde una vez terminada la tediosa rutina laboral. En Plato del Día no hay horarios, y eso me encanta.

Ah, ¿les conté que elaboran sus propios panificados? Simplemente, glorioso.