21 de Noviembre de 2024
Tembiu Revolution. Do the revolution, baby!

Tembiu Revolution. Do the revolution, baby!

Si enseño a tres personas a cocinar algo, y estas tres personas se lo enseñan a tres más y asei sucesivamente, hemos encontrado la cura para el cáncer de nuestro siglo: la obesidad...

Jamie Oliver, cocinero audaz y estrella internacional de televisión da inicio a esta rebelión con un experimento en el distrito escolar con mayor índice de obesidad de Estados Unidos. Tras un premio TED en 2010, un best seller y dos programas de televisión, nace el Food Revolution, movimiento que llega a Paraguay hace apenas seis meses.

De la mano de Kure Dumas, cocinero y fanático de la comida casera; Nadia Mercado, nutricionista y mujer con valores de familia agricultora metidos en la sangre, y Gabriela Fretes, nutricionista y activista de la buena alimentación en el seno familiar, este Food Revolution se reinventa y se convierte en Tembiu Revolution, ajustado a las realidades de un país donde la obesidad y desnutrición conviven como un trágico oxímoron.

Pero, ¿de qué tipo de revolución estamos hablando? Tres grandes pilares la resumen; inspirar a las familias a que vuelvan a encontrarse en la cocina, luchar contra la desinformación y los malos hábitos y educar a los niños sobre alimentación saludable, transformando realidades a largo plazo con una filosofía libre y abierta.

Tembiu Revolution. Do the revolution, baby!

Volver a la cocina

“No puedo”, “No tengo tiempo”, “Trabajo todo el día” son excusas para los malos hábitos arraigados, excusados en los tiempos de modernidad. Tembiu Revolution busca enseñar que comer sano no es inalcanzable, no lleva demasiado tiempo, y no tiene por qué ser más caro que comer mal...

Es innegable, la madre salió del hogar; ya nadie es sólo un ama de casa. Los tiempos nos  obligan a ser mamás, esposas, profesionales exitosas y mantenernos en línea...

Pero, ¿nos exime esto de la responsabilidad de lo que comemos, de lo que damos de comer a nuestros hijos?

Tembiu Revolution nos ofrece las herramientas para buscar ese balance perdido. Con planificación e información, las habilidades culinarias pueden recuperarse. ¿No podés cocinar todos los días? Un día a la semana en familia no es todo lo que se necesita, pero es un buen comienzo...

Soy lo que como

La idea no es ponernos a todos a dieta; sino a través de talleres prácticos ayudarnos a seleccionar lo que comemos, eligiendo alimentos más sanos, más frescos, en proporciones adecuadas y huyendo de lo producido en serie.

En un país donde las frutas caen de a montones de los árboles, ¿cómo no vivir a base de alimentos frescos? Cuando el 80% de lo que consumimos está empaquetado e industrializado y el tomate no es más que un vestigio de ingrediente en un mejunje rojo empaquetado como salsa, algo anda mal... La revolución debe empezar en cada hogar.

Niños sanos = Adultos sanos

El karakú de la revolución: los niños, tan desinformados y descuidados en la parte nutricional, sedentarios y postrados frente a una pantalla, obtienen muchas veces su ración diaria de verduras de un paquete de papas fritas y beben más biberones de gaseosa que de leche...

Enseñar sobre buena alimentación es tan elemental como las matemáticas. Si ese niño no distingue las verduras, ¿cómo sabrá comerlas?  Si nunca vio a su mamá cocinar, ¿por qué le interesaría involucrarse?

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¡Yo quiero ser un revolucionario!

El Food Revolution Day se festejará el 16 de mayo con una jornada de siembra, cosecha, cocina y almuerzo en una escuelita de Areguá. Pero podemos celebrar el día desde donde estemos; probando una nueva receta con los niños, uniendo a la familia en la cocina o empezando una huerta en casa.

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22 de Abril de 2014

Alacarta

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