Brasil, aquel país responsable del carnaval más grande del mundo, tiene más de 82.000 hectáreas plantadas de viñedos y es el 4to productor de vino (según OIV, 2019) de todo el continente americano, solo por detrás de Estados Unidos, Chile y Argentina, respectivamente. Hay más de 1.100 viñas a lo largo y ancho del país, la mayoría instaladas en pequeñas propiedades con un promedio de 2 hectáreas de viñedos por familia.
Con los miles de inmigrantes europeos que llegaron al país hace más de un siglo, también llegó la cultura y el saber hacer del vino y fue en el Sur de Brasil -la tierra más adecuada- donde las viñas se desarrollaron y prosperaron. Hoy la zona está posicionada como la mayor referente en el cultivo de uvas del país.
En la actualidad la producción se divide principalmente en seis regiones, siendo Río Grande do Sul el estado responsable del 90% de la producción vinícola brasileña.
Sobresalen las regiones de Serra Gaúcha, Campos de Cima da Serra, Campanha y Serra do Sudeste. Las otras dos regiones vinícolas importantes son Planalto Catarinense en Santa Catarina y como única región en el noreste del país, el Vale do São Francisco.
Dicho esto, y con una especie de mapa geográfico en la cabeza indicándonos que entre las cuatro regiones del sur y las dos restantes hay más de 2.200km de distancia, podemos suponer que existe una gran diversidad de suelos, topografía, temperaturas, altitudes y clima que dan como resultado vinos muy diferentes.
Los vinos y el terroir de la Sierra Gaúcha
Serra Gaúcha es la cuna de las viñas más tradicionales. Es una región montañosa con suelo arcilloso, sobre una camada basáltica, con clima templado húmedo, gran amplitud térmica y bastante lluvia durante la vendimia y al final de la cosecha.
Estas características hacen de la Serra Gaúcha y, puntualmente del municipio de Pinto Bandeira, una región ideal para el cultivo de uvas de cosecha temprana como la Chardonnay y la Pinot Noir; siendo estas dos precisamente las uvas más utilizadas para la producción de espumosos de gran calidad. No hace falta aclarar que los brasileños tienen una gran pasión por las burbujas y son, en palabras del Master of Wine británico, Alistair Cooper, el país que produce los mejores vinos espumosos de la región. De hecho, las características climáticas y el terroir garantizan espumantes frescos, jóvenes, alegres y con mucha fruta.
Respecto a las uvas tintas, se destaca sobre todo el Merlot, pero también se adaptan muy bien el Tannat, el Cabernet Sauvignon y el Cabernet Franc gracias a su temprana maduración en el clima templado y húmedo de noches frescas. Los vinos brasileños, a diferencia de los argentinos, chilenos y uruguayos, son en su mayoría de cuerpo leve, con menor graduación alcohólica, de gran aroma y sabor a frutas y con una acidez elevada.
Vinícola Aurora en Serra Gaúcha
Tuvimos la suerte de visitar y conocer personalmente la Vinícola Aurora, la bodega más grande y premiada de Brasil. Allí nos recibieron, en un ambiente de camaradería imposible de no destacar, Itacir Pedro Pozza, Presidente de la vinícola desde 1986, Flávio Zilio, el Gerente de Enología de los últimos 27 años, y Rosana Pasini, Export Manager que trabaja en la vinícola hace 11 años. Nos abrieron amablemente las puertas de su casa para recorrer las instalaciones, conocer su historia y degustar muchas etiquetas de su portfolio de vinos, espumantes y jugos de uva.
Entre copa y copa, mientras caminábamos asombrados por la maravilla del viñedo, Rosana nos contó que fue en febrero de 1931 cuando 16 familias del municipio de Bento Gonçalves, en la Serra Gaúcha, comenzaron con el ambicioso proyecto de producir uvas para crear el emprendimiento que actualmente conocemos como la Cooperativa Vinícola Aurora. El nombre hace honor a la hija de uno de los trabajadores que, día a día y durante mucho tiempo, preparó los almuerzos para los muchachos, de forma que ellos pudieran concentrar todo su esfuerzo en el proyecto.
Actualmente es la mayor cooperativa vinícola de Brasil, ubicada en el corazón de Bento Gonçalves, a una altitud promedio de 690 msnm. Tiene 1.100 asociados y más de 500 colaboradores.
Anualmente produce 65 millones de litros (entre vinos finos, espumantes y jugo de uva -vale la pena aclarar que tienen uno gasificado, el único de Brasil, muy rico-) y está presente tanto en el mercado interno como externo.
De hecho, Paraguay, gracias a la alianza con Apolo Import SA, es su principal destino internacional, seguido por Asia, China, Japón, Estados Unidos y otros.
Los vinos que llegaron a las copas
Lo mejor llegó cuando nos sentamos a catar los vinos de Aurora con la compañía de Flávio; había que aprovechar al máximo la oportunidad de degustar etiquetas con la presencia de su mismísimo autor. A la copa llegaron muchísimos vinos, pero me centraré únicamente en los que están disponibles en Paraguay para que puedan, preciados lectores, terminar la nota e ir por uno de ellos:
Espumante Aurora Brut: 100% Chardonnay, hecho con el método Charmat. Es muy refrescante y equilibrado con predominio de aromas a frutas cítricas y tropicales. G 34.900.
Espumante Aurora Demi-Sec: tiene un gran equilibrio de acidez y dulzor, muy refrescante con intenso aroma floral. G 34.900.
Espumante Aurora Moscatel Branco: elaborado con Moscato Bianco y Moscato Giallo, hecho con el método Asti. Es muy aromático con notas florales, es dulce y suave, perfecto para descorchar en estas fiestas y tomar bien frío.
G 29.550.
Espumante Aurora Moscatel Rosé: recién lanzado en Paraguay, se trata de un espumante elaborado con la uva Moscato, es dulce y delicado con notas florales y frutales que recuerdan a miel y frutas tropicales. G 29.550.
Aurora Reserva Cabernet Sauvignon: es un vino de hermoso color rojo rubí, con una crianza de 10 meses por barricas de roble francés y americano. En boca es amable, con taninos suaves, de estructura media. G 45.900.
Aurora Reserva Tannat: se trata de un vino concentrado y voluminoso, con un paso de 10 meses en barrica de roble francés y americano. Ideal para maridar con carnes o quesos fuertes. G 45.900.
Aurora Varietal Cabernet Sauvignon: tiene un breve paso por roble, es afrutado y fresco.
G 39.050.
Aurora Varietal Chardonnay: vino equilibrado, fresco y con buena persistencia, perfecto para acompañar un risotto de mariscos o pescados. G 39.050.
Aurora Varietal Merlot: tiene un paso de 6 meses en barrica de roble francés, es redondo, aterciopelado. G 39.050.