Weekend VIP es una de esas iniciativas de Monalisa que enamoran. Dirigido a un público muy especial, amante del vino y con gustos sibaritas, este evento tuvo como objetivo enredarnos consciente y voluntariamente en la complacencia de los placeres más finos. Todo comenzó en el Aeropuerto Guaraní, donde los participantes fuimos sorprendidos con un recibimiento que incluía una ronda de Champagne Taittinger (empezamos bien). De ahí partimos directamente a la Cava Monalisa, donde el desfile de etiquetas estuvo a la altura de un Echo de Lynch Bages 2013, un Les Hauts de Smith 2011, un Pagodes de Cos 2013 y un Cos d’Estournel 2011.
A propósito de esta última bodega francesa: Château Cos d’Estournel, contamos con la presencia de Charles Thomas, director comercial de la misma, lo que dio un plus al asunto. Él y el sommelier Oliver Gayet, estuvieron compartiendo información sobre cada una de las botellas que se descorcharon durante toda la jornada. Aun no nos recuperábamos de la cata, cuando llegó la hora de almorzar y fuimos invitados al prestigioso Bistrot Monalisa, en el sexto piso del edificio que aloja la tienda. En el salón VIP del restaurant, fuimos agasajados con una entrada de quesos y damascos que abrieron nuestro apetito a una Lasaña de carne acompañada de Cos d’Estournel blanc 2013, Pagodes de Cos 2013 y Cos d'Estournel 2002. El postre, una Tarta de manzana con helado de crema puso el broche de oro al mediodía junto al Ben Ryé Passito de Donnafugata 2008.
El final de la tarde lo celebramos en el restaurante Oliva del Paraná Country Club, donde disfrutamos un cocktail de la mano del Brut Reserve, el Demi Sec, el Prestige Rosé y el Nocturne de Taittinger. Una estrategia que allanó el terreno para la cena maridaje que nos esperaba: Ceviche de camarón y tilapia, acompañado del vino blanco Cos d’Estournel 2013 y Comtes de Champagne Blanc; Lomito al poivre con risotto de funghi con tres variedades de tintos: Cos d’Estournel 2013, Cos d’Estournel 2010 y Cos d’Estournel 1985; y por último, un Creme Brulle acompañado de Aszú 3 Puttonyos. Cómo no desear que se repita.