Receta de Andrés Colmán
Es periodista y escritor. En su novela «El último vuelo del pájaro campana» se jacta de enarbolar la escritura en portuñol como uno de sus pioneros.
Su receta es una especie de jopara chuchi de la triple frontera (antes que un conato de gentrificación de lacocina paraguayensis o nativa) porque en el lado brasilero el salmón no tiene un precio tan prohibitivo y del lado paraguayo la mandioca sobra o al menos nunca falta. Se ve un deseo de mixturar materiales populares (la mandioca) con exóticos‚ marinos‚ más onerosos (salmón‚ queso azul). De ennoblecer y prestigiar a la mandioca sin miedo a un melting pot culinario posmoderno.
Ingredientes
Preparación
1. Cortar la mandioca en forma de dados y dorarla en una sartén de teflón con unos chorritos de aceite de oliva. Agregarle los filetes de salmón previamente cortados en dados y dejar que se doren, revolviendo con
suavidad con una cuchara de madera.
2. Cuando estén más o menos a punto, reducir más el fuego, agregarles los dos huevos y esparcir con la cuchara, para que cubra la mandioca y el salmón, mientras se cocinan.
3. Apagar el fuego y echar el queso azul desmenuzado. Dejar que se derrita con el calor de la sartén, mezclando suavemente con la cuchara.
4. Finalmente echarle un poco de perejil y de hojas de cebollita de verdeo, previamente picados. El resultado final es una especie del clásico reviro mandi’o, pero en versión gourmet. Como el queso azul es muy salado, no hace falta agregarle sal, pero si le puede caer bien un poco de pimienta.
5. Se puede servir encima de tostadas de pan, o directamente al plato, acompañado de una ensalada verde y una copa de buen vino.