26 de Diciembre de 2024
Asado Benítez: la parrillada que extrañábamos

Quien más quien menos sabe que desde hace tres décadas don Benjamín Benítez y toda su familia se dedican a llevar asado a cumpleaños, bodas y eventos varios. Pero desde hace unos meses, y sin dejar de lado lo citado, cumplió su anhelado sueño de abrir su propia parrillada paraguaya.

Los que tenemos la suerte de haber residido en la antigua y encantadora Asunción, nos acordamos siempre de las parrilladas de antaño: lugares sencillos con música paraguaya, buena carne a la parrilla, mozos bonachones y bebidas heladas.

Yo, personalmente, me acuerdo con mucho cariño de que en esas noches mis padres me dejaban tomar gaseosa y que, si te descuidabas, podías apretarte los dedos con las sillas plegadizas de madera. Además el encuentro siempre terminaba con un rico helado para los niños que nos portábamos bien durante la comida. Don Benítez logró recuperar ese espíritu.

Aunque esta debería ser una reseña gastronómica, me voy a desviar un poco, porque es imposible separar la típica parrillada paraguaya de la música; a lo largo de varias décadas, ambas fueron de la mano. Polcas y guaranias entonadas en vivo eran el complemento ideal para la comida entre amigos, las cenas en familia y la complicidad de las parejas. Todos los días, en Asado Benítez, la música ambiental es paraguaya y, a la noche, para dicha de los nostálgicos, volvieron los grupos, dúos y tríos que recorren los salones deleitando con su arte, respetuosamente.

Entrando por el amplio estacionamiento, podemos elegir una mesa al aire libre (Patio de los bohemios) o alguna otra dentro de los amplios salones con aire acondicionado. Antes de entrar ya se ven las dos inmensas parrillas cargadas de delicias y el escenario preparado para las peñas de los jueves. En medio del salón principal, encontramos una mesa larga con ensaladas sencillas, chipa guasu, sopa paraguaya y por supuesto, la infaltable mandioca calentita. También podemos optar por guarniciones a la carta.

Cortes como vacío, tapa cuadril y lomo de cerdo comparten la parrilla con mollejas y chinchulines.


Hay varias opciones a la hora de comer:

Se puede pedir una parrillita para compartir, acompañar con un rico chopp y hacer un after office a lo Paraguay; u optar por el modelo Asado Benítez, que incluye una parrillita con chorizos, morcillas, menudencias, mbeju y mandioca, para elegir luego el corte de carne de nuestra preferencia; o se puede también, elegir directamente de la carta. Como verán, hay para todos los gustos y bolsillos. Las bebidas y los postres no están incluidos en el precio.

Cortes como el vacío, la colita de cuadril y el lomo de cerdo comparten la parrilla con mollejas, chinchulines y lengua vacuna. El pollo también es bienvenido. La internacional picaña tiene su lugar junto al ojo de bife y la tira fina de costilla.


Los postres son un capítulo aparte:

Dulce de mamón con queso, kosereva, naranjitas (yo le agregué una bocha de helado, quedó un manjar), arroz con leche, miel con maní, batata con queso y flan compiten codo a codo con volcanes de chocolate y tiramisús y, por lo que vi, los primeros van ganando por goleada.

La parrilla se prende de lunes a domingo en el almuerzo y en la cena, pero hay además otra opción a la hora del almuerzo: los lunes se sirve pescado (sopa, chupín o milanesa); los martes comidas típicas, vori vori, bife koyguá, o asado a la olla; los miércoles hay festival de milanesas (sí, hay milanesa de mondongo también) y los jueves, pastas.

El ingreso es por orden de llegada, pero no hay “hora de salida”. En propias palabras de Osvaldo Benítez —hijo del legendario don—, la parrilla se cierra, pero siempre hay cerveza fría para continuar la tertulia.


Aviadores del Chaco 2574 casi Mólas López | 0983 399 353 | De lunes a domingo, en horario de almuerzo y cena.

De lunes a domingo, en horario de almuerzo y cena.


23 de Abril de 2019

Alacarta

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