La viña Santa Carolina fue fundada por Don Luis Pereyra Cotapos en 1875, un abogado, empresario salitrero y político chileno, que se desempeñó como diputado, senador de la República de Chile y ministro de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización.
Don Luis Pereyra Cotapos bautizó su viña con el nombre de Carolina en honor a su esposa Carolina Iñiguez Vicuña. Le agregó “Santa” como un guiño a su señora porque Doña Carolina había traído al mundo nada más y nada menos que a diez retoños, por lo que su marido decía que era una santa. Además de criar a diez hijos, esta gran mujer, refinada y culta, se convirtió en una gran matrona de la alta sociedad santiaguina. Sus numerosos nietos la llamaban “gran mamá” y era famosa por su refinamiento y elegancia. Tenía un encanto sin igual que la hacía una anfitriona magnífica convirtiendo su casa, el Palacio Pereyra, en un centro de constantes celebraciones.
Para la fundación del viñedo, Luis Pereyra trajo de Francia las mejores cepas, al prestigioso enólogo francés Germain Bachelet y a un arquitecto que se encargó de construir la cava subterránea que subsiste hasta hoy, y que se ha mantenido intacta a pesar de los numerosos terremotos que han sacudido sus cimientos. En 1973, la cava fue declarada Monumento Nacional de Chile.
Luis Pereyra pidió al enólogo Bachelet que empleara sus mejores cosechas del Valle del Maipo para crear un vino destinado a ser tomado con su familia en ocasiones especiales. Como es de esperar, se puso un enorme esmero para elaborar este vino que iba a estar tan íntimamente ligado a los grandes acontecimientos de la vida familiar de los Pereyra. El resultado: un Cabernet Sauvignon muy superior bautizado apropiadamente, “Reserva de Familia”. Esta línea era exclusivamente para consumo familiar.
El mencionado vino era tan bueno que decidieron enviarlo en 1889 a la Exposición Universal de París. Allí fue premiado con una medalla de oro, convirtiéndose en el primer vino latinoamericano en ganar un premio internacional. Tras el gran triunfo, decidieron comercializarlo.
Hasta hoy, “Reserva de Familia” es la línea ultra Premium de la viña Santa Carolina. Actualmente, se incluyen las cepas de Chardonnay, Carménère, Syrah y Malbec.
En 1970, la familia Pereyra vendió la viña a los Larraín, otra familia muy tradicional de Chile. Al tomar la posta de esta bodega tan arraigada en el corazón chileno, decidieron dar continuidad a la tradición familiar de la viña. El Gerente General de Santa Carolina es Santiago Larraín, hijo del propietario de la viña, Fernando Larraín.
La familia Larraín atiende de cerca los viñedos y la elaboración de sus vinos, pues en esta viña hay una mayor preocupación con los detalles. La intención es anteponer la calidad a los números y a los tiempos rápidos y esto genera un vínculo mucho más estrecho con el cliente.
Santa Carolina es una marca Feel Green y Carbon Neutral, que demuestra su compromiso con el medio ambiente y las generaciones venideras.
Otro de los vinos que hace honor a toda la tradición, pasión y legado de la viña Santa Carolina es el Carménère ícono “Herencia”, que suma a la historia de la casa, los años de innovación y el futuro de la viña. En este vino se maridan los valores más grandes que han heredado estas viñas. Creado por un equipo de 150 expertos liderados por el Gerente de Enología de Santa Carolina, Andrés Caballero, este fabuloso Carménère de Peumo, Valle del Cachapoal, amalgama en su interior granate oscuro, toda la pasión del corazón de esta viña con sus más de 135 años de tradición.