Por Rodrigo Alcorta
(...) Días 4, 5 y 6 Traslado desde el centro de Asunción al Silvio Pettirossi, vuelo bastante agradable, taxi al hotel, Metropolitan, MoMA, el Whitney de Renzo Piano, noches de jazz, Central Park, caminar, caminar y caminar. El verano de New York es más agradable que el invierno dejado atrás. Día 7 San Google es claro. I Love Paraguay queda en Queens, exactamente en el 43-16 de Greenpoint Av. Como a todas partes, a Queens me lleva el metro. En este caso, la línea 7, la violeta en el mapa, que recorre toda la 42 St. de Manhattan, cruza el East River y llega hasta Flushing Meadows, donde todos los años se juega el US Open de tenis. Queens no es Manhattan ni se le parece. ¿Qué es Queens? Técnicamente, es uno de los cinco distritos que componen la ciudad de New York. Los otros son Manhattan, Bronx, Brooklyn y Staten Island. Quizás, lo que nos interesa saber en este momento es que Queens es uno de los lugares con más diversidad étnica del mundo. La lista de comunidades es casi interminable, y no es raro que, entre todas ellas, se encuentre la colectividad paraguaya afincada en New York. Mucho menos raro es que I love Paraguay se encuentre justamente en Queens. Intento decir que un restaurante, por ejemplo, argentino en New York podría estar en cualquier parte de la ciudad, pero uno paraguayo solo podría estar donde está la familia. Día 8 Es una mañana de sábado, llena de sol. Estoy en Chelsea y la estación del 7 es en 34 St. y 11th., así que subo al High Line en la 23 St. (...) I love Paraguay queda a escasas y tranquilas tres cuadras de la estación de metro, la 46 St-Bliss St. (...) Ya desde la esquina -el restaurante queda a mitad de cuadra- se reconoce el lugar. Sobre un toldo marrón se lee el nombre del establecimiento y se ve una guampa de tereré con los colores patrios. Adentro, el ambiente no puede ser más paraguayo. No tanto por las fotos del país que decoran las paredes ni por los productos autóctonos que allí se encuentran, sino porque es cálido, sencillo y amable. El asunto, como era de esperarse, empieza muy bien. Aguahe porã Sabemos todos cómo son de lindas las bienvenidas paraguayas. Si, además, esta viene con un menú al que no le falta nada, saque sus conclusiones, querido lector. Empanadas de todo, sopa paraguaya, chipa guasu, chipa so’o y chipa almidón, mbeju, pajagua mascada, croquetas y tortillas. Esto para empezar, claro. Después, lomitos, sándwiches y mixto. Y parrillada, bifes, caldo de pollo con vori vori, caldo de so’o apu’a, sopa de pescado, kumanda so’o y lo que a usted se le ocurra. De tomar, hay sangría y cervezas, por supuesto, y también vinos y jugos de frutas. En menos palabras, estando a miles de kilómetros de casa, seguimos estando en casa. Después de algo de todo esto viene el postre -donde encontramos guayaba, mamón y mburukuja- y lo que también sucede en Paraguay: la sobremesa larga, la charla con los amigos (los viejos y los nuevos) y las risas. Y hablando de amigos y charlas, por supuesto que en I love Paraguay se sirve tereré. (...) No hace falta decir que aquí todo es rico ni que -quizás una variante de la misma cosa- cada plato está preparado con amor, pasión y honestidad. Nancy Ojeda es dueña y chef de I love Paraguay, y se la nota igual de contenta cuando le sirve a un compatriota que extraña el país o a un extranjero con ganas de descubrir la cultura paraguaya. [unitegallery iloveparaguay] Un poco de historia I love Paraguay abrió hace casi diez años, en 2007, a partir de una idea de Nancy y Carlos, su marido. El plan no era solo tener un negocio y servir comida rica, sino también promover las costumbres paraguayas, su cultura y el idioma guaraní. Mientras concebían la idea, entendieron que el restaurante debía ser una extensión de nuestra tierra: un lugar especial que recibe y hace sentir bien a gente de todo el mundo. Desde siempre y aún hoy, la mayoría de los cocineros, mozos y ayudantes del restaurante son paraguayos. De esta forma, con gente que conoce a fondo las tradiciones, los platos no vienen solos, sino con una historia detrás, lo que los hace aún más ricos. (...) En I love Paraguay también se cumple la rutina -ya universal- de la Hora Feliz. De lunes a jueves es de 7 a 9 de la noche; viernes y sábados, desde las 7 hasta las 10; y los domingos, desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche. Yo creo que deberían cambiarle el nombre a estos horarios especiales con descuentos, porque en I love Paraguay todas las horas son felices. El día después La primera impresión es de alegría. Por lo que me pasó a mí, lo que le está pasando a la familia Ojeda -están abriendo un nuevo proyecto gastronómico liderado por Fabricio, el hijo de Carlos y Nancy- y lo que les pasa a los paraguayos y no paraguayos que están en New York -de paso o viviendo- cada vez que entran al restaurante. Inmediatamente después aparece otro sentimiento: la gratitud. I love Paraguay es un lugar que está mostrando lo mejor del país. Estadounidenses, argentinos, colombianos, ecuatorianos, filipinos y gente de casi cualquier nacionalidad -recordemos que estamos en Queens- descubren la cultura paraguaya a través de la gastronomía y la calidez humana. (...)