Cuando uno los ve en la góndola realmente llaman mucho la atención por sus colores vivos, atractivos y joviales. No importa el origen -pueden ser de muchos lugares-, pero una cosa es segura, en su gran mayoría provienen del sur de Francia, una región predominante en la elaboración de estos vinos cercana al mar Mediterráneo en la región del AOC Côtes de Provence. Estos vinos ligeramente rosados, perfumados y muy secos, son el día a día de las personas que gustan del sol, el calor, la playa y el disfrutar de una bebida refrescante como es el vino rosé.
Muchos, hasta el día de hoy, se sorprenden cuando les digo que el vino rosé proviene de las uvas que los paraguayos tanto apreciamos: el Malbec, el Cabernet Sauvignon, el Merlot o inclusive, la que está muy de moda actualmente, la uva Tannat.
¿Cómo puede ser?, dicen.
La explicación es tan sencilla que de inmediato la gente se prende y lo ven con otros ojos y desean analizar, degustar y disfrutar del vino rosé.
Luego de este arduo trabajo, en el cual incluyo a la revista alacarta por impulsar y reconocer la calidad de los vinos, tanto blancos, rosados y tintos que son importados al país, hemos visto crecer el consumo del vino rosé.
Pasamos de solo 3 etiquetas de vinos rosados muy económicos y de baja calidad (hace 15 años atrás), al día de hoy con más de 20 etiquetas en góndola, provenientes de Argentina, Chile, Francia, Líbano, España y otros tantos países más, con una muy buena calidad y estructura que los convierte en vinos ideales para disfrutar como aperitivos o acompañando la gastronomía en un restaurante.
Recuerden que para apreciar el vino Rosé se debe de beber fresco, es decir a una temperatura de unos 6ºC. De esta manera se podrá disfrutar de sus aromas y sobre todo del gusto en boca, siendo que cada bodega, etiqueta y cosecha son muy diferentes.
El mío es bien definido, me gustan los vinos rosé secos al estilo “AOC Bandol”. No son fáciles de encontrar en nuestro mercado, pero los hay y, cuando le hago degustar a algún amigo, siempre acaba dándome la razón, de que son vinos ideales para nuestro mercado.
La revolución aún no ha llegado, pero estamos sembrando para que esta semilla crezca y en algún momento se dé un cambio silencioso en los hábitos de nuestros consumidores. Ya llegará el momento y seguramente ese día me pondré muy feliz, como así también toda la gran familia de la revista alacarta.
Preciados lectores a todos un gran “Salud” y que el 2020 sea de copas llenas de vino.