Los vinos rosados son ideales para nuestro clima subtropical que en pleno invierno a veces nos regala temperaturas de 30°C o más. Los rosados son comodines para armonizar con varios platos por su singular personalidad y sus características que soportan una amplia gama de maridajes con variadas gastronomías. Siempre es bueno tener una botella de reserva en casa para cualquier visita sorpresa.
OTAZU ROSADO MERLOT 2019, D.O. NAVARRA.
El vino rosado obtiene su color de la misma manera que el tinto. El mosto queda en contacto con las pieles de la uva hasta que el vino toma su color, la única diferencia es que el rosado está menos tiempo en contacto con las pieles. El color de un rosado depende de la duración y temperatura durante el contacto entre el mosto y los hollejos en la maceración. Cuanto más tiempo, más oscuro es el color del vino, existiendo una amplia gama de rosados desde el rosa piel de cebolla hasta rosa frambuesa.
Las cepas más utilizadas para producirlos son: Pinot Noir, Garnacha, Syrah, Cariñena, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Cinsault y por estas latitudes la Malbec.
Entre las técnicas más habituales para su producción encontramos el método de Prensado directo (suelen tener colores más claros), el método de Sangrado o Saignée (vinos más intensos y oscuros) y el Clarete (mezcla de mostos de uva blanca y tinta).
En el método de prensado las uvas se aplastan hasta lograr el mosto con el color deseado y luego se fermenta sin los hollejos.
Los vinos rosados obtenidos mediante sangrado exigen un proceso más complejo: las uvas pasan primero a un encubado para macerar el mosto con los hollejos. Una vez concluida la maceración, el mosto se obtendrá mediante sangrado (por gravedad se extrae el mosto del resto de lo sólido, para luego fermentarlo).
Generalmente los rosados se obtienen como subproducto en la fermentación del vino tinto, pudiéndose lograr vinos rosados de mayor calidad, más color e intensidad aromática.
Aprovechando el calorcito de la primavera degustamos esta maravilla; un rosado español de Navarra, 100% Merlot, producido por sangrado manteniendo el carácter del varietal, elaborado por Bodega Señorío de Otazu. Acompañamos con tilapia grillada con mozzarella y ensalada de hojas verdes a base de rúcula y aceite de oliva. En el mercado local podemos conseguir este vino a G 172.000.
En copa se presenta con un exquisito y atractivo color rosado frambuesa de capa media, brillante y de gran viveza, con cierta densidad al mover la copa. En primera nariz se destaca su intensidad pronunciada de aromas, con mucha fruta roja fresca.
En boca es semi-seco y se percibe mucho volumen, equilibrado y redondo, con alcohol muy bien integrado, taninos apenas perceptibles, acidez equilibrada que le da un aire fresco. Predominan los sabores de fruta roja integrados con matices acaramelados y para terminar un final intenso, goloso aunque fresco, que nos invita a seguir disfrutando.
Bodega Otazu, Navarra
Es un vino joven, intenso, goloso, fresco y muy afrutado, que está en su mejor momento para consumirlo ya. Se da bien como aperitivo o vino de entrada con bruschettas de anchoas, quesos suaves como el brie o el camembert, así como puede maridarse con platos a base de frutos del mar, pescados fritos como atún, trucha, quiche de salmón y queso cremoso, y porque no, con sushi con cream cheese; pastas con salsa rosé o a base de tomates dulces, cerdo con salsa a base de miel, costillas asadas con salsa barbacoa, y como postre, acompaña bien tartas de frutas rojas.