Cuando alguien se aburren Buenos Aires es porque se aburrió de vivir. En Buenos Aires pasa de todo. Al mediodía o al amanecer, en primavera o en invierno, con plata en el bolsillo o sin un mango, Buenos Aires es probablemente -y sin el probable también- la ciudad más generosa del mundo para quienes están dispuestos a todo menos a aburrirse.