El restaurante se inauguró a finales del año pasado en el mismo predio donde funciona la famosa bodega, en Agrelo, Luján de Cuyo.
Se caracteriza por el concepto innovador de poner el vino primero. Es lo que llaman un restaurante de cocina del vino, una modalidad en tendencia y los chefs del vino son Nicolás Catena, Alejandro Vigil y Laura Catena, las personas clave que toman todas las decisiones sobre los blends en la bodega.
El restaurante lleva el nombre de la madre de Nicolás Catena, Angélica, la abuela de la familia, y es la representación de un lugar de la Italia antigua. Hace unos 15 años, Nicolás Catena recibió una foto que le envió su hija Laura que estaba en Le Marche, Italia, de donde son las raíces de la familia.
La foto era un edificio antiguo del borgo y fue en ese momento que se sembró la idea de usar ese estilo arquitectónico en la bodega.
En 2019 comenzaron con el proyecto construyendo sobre el sótano de la antigua bodega en desuso de 1920. Le encargaron al arquitecto, Ricardo Zumel, que recreara una aldea italiana antigua con un espacio de entretenimiento y un lugar para que las personas se reunieran y comieran.
La construcción emula ambientes de la edad antigua, el medio punto típico de la arquitectura romana, piedras cortadas a mano (calicanto), ladrillos artesanales, vigas de madera en el techo, piso de madera hecho de barriles usados, una fuente en el centro del patio con olivos y plantas nativas, y una torre -que se usaba para avistar posibles ataques- a la que se sube por una escalera caracol y que lleva a un espejo de piedra negra volcánica (obsidiana).
La obra se realizó en honor a los abuelos italianos y hoy este escenario fantástico que transporta a otro tiempo alberga al restaurante Angélica.
El menú es creación del chef Iván Azar (el mismo de Casa Vigil Bodega El Enemigo). Es un único menú de 10 pasos de alta cocina con 6 lujosas opciones de maridaje: Los vinos Angélica, Domingo Vicente, La Famiglia Unita, Sugerido, Paseo por Catena y Escalera al Cielo.
La cocina de Angélica, como mencionamos, es llamada la “cocina del vino” (platos creados para acompañar al vino). Es una cocina “de producto”, muchos de su propia huerta y “estacional”, con algunas guarniciones “clásicas” pero renovadas con técnicas actuales. Aunque el paseo ya es una gran experiencia en sí misma, lo gastronómico, esto de cocinarle al vino, es algo que hay que experimentar.