Lo importante es no comer fritos embebidos en aceite y para ello necesitamos fritar a la temperatura correcta, 180º a 190ºC, no mayor porque se quema el aceite. Al fritar a esta temperatura se crea una capa exterior en el alimento que impide que se impregne con el aceite quedando crujiente y con menos grasa.
Para conseguir una buena fritura, podemos usar lo tradicional: sartén y aceite, o decidirnos por una freidora. Estos aparatos han evolucionado en los últimos años y son muy prácticos. Aparte de las freidoras que usan aceite, están las de aire caliente, que son mejores para quienes prefieren eliminar casi totalmente el aceite.
Con este aparato se cocinan frituras más saludables. Logra resultados excelentes con poco o incluso sin aceite. El rango de temperatura hasta 200°C permite cocinar a la temperatura que uno quiera, logrando un alimento crujiente usando al menos 98% menos aceite que las freidoras tradicionales.
En acero inoxidable para uso doméstico o comercial. Usa hasta 7 litros de aceite. Simple para usar, eficiente y rápida para cocinar papas fritas, aros de cebolla, bastones de pescado, pollo y cualquier otro alimento frito. Tiene un termostato regulable para elegir la temperatura. Es ideal cuando la familia es grande.