Por Silvia Sánchez
Gabriela Alvarado prepara un plato rápido, fácil y fresco para después contarnos qué trae entre manos con sus dos proyectos, Negociable y Comparable.
En la mesa hay una fuente de ensalada de pasta con aceitunas negras y mozzarella fresca, aceitunas negras, albahaca, tomate y vinagreta especial, una botella de vino blanco y una tabla de madera con más mozzarella, tomate y albahaca. Gabriela Alvarado dice ser mejor comensal que cocinera —su hermana menor heredó los genes culinarios—, por lo que no se hace mucho problema cocinando y prefiere platos sencillos, no muy elaborados ni procesados. Como la ensalada de pasta, algo liviano, pero no al punto de dejarte con hambre a la media hora, aclara, y de buena supervivencia en la heladera. Es omnívora: aunque le encanta la onda verde, come carne y además le encanta el tocino y la leche condensada. Está feliz de que en nuestra ciudad haya cada vez más opciones de cocina internacional, como Little India, y visitar estos nuevos boliches es uno de sus pasatiempos.
Gabriela estudió Economía en Estados Unidos y luego hizo un Master en la misma especialidad. Le pregunto qué extraña del país donde vivió, estudió y trabajó durante ocho años: “Tomar la cerveza Hoegaarden, que ahora hay acá, pero con gajos de naranja. No, en serio, extraño la practicidad que demuestran en todas las cosas. Creo que extrañar bastante esa parte más estructurada de la vida allá me llevó a emprender mis dos proyectos, Negociable y Comparable. En Estados Unidos no son ninguna novedad, pero aquí hacen mucha falta por la forma peculiar en la que funciona el mercado”.
Negociable (negociable.com.py) y Comparable (comparable.com.py) son dos plataformas digitales, la primera para vender y comprar negocios, y la segunda para comparar directamente precios sobre productos y servicios, ambas en el mercado local. Si bien son negocios con la expresa motivación de ganar dinero, obviamente, hay un marco teórico un poco más amplio detrás de ambos proyectos. Gabriela me cuenta que, de acuerdo a datos de la Fundación Pro Desarrollo, la economía subterránea (léase ilegal o negra) equivale a casi el 40% del PIB de Paraguay, lo que significa que casi de 12 billones de dólares se mueven ilegalmente en nuestro país por año. “Es increíble que abiertamente todavía te pregunten si querés ticket o factura, porque en realidad te están ofreciendo ser ilegal o legal, negro o blanco. Eso no puede ser. Lo que queremos con Negociable y Comparable es formalizar y transparentar la información que existe en el mercado”.
Gabriela compara Negociable a un clasificados de venta y compra de empresas (gratuito), solo que con el agregado del acompañamiento al proceso, que puede ir desde realizar una consultoría o ayudar a tener toda la documentación en regla hasta presentar la empresa a posibles compradores interesados. Para vender una empresa, explica, hay que definir su valor; para comprobar dicho valor se necesitan documentos respaldatorios; para finalizar la transacción, toda la documentación tiene que estar en regla. “La gente vende por varios motivos. Puede ser que el negocio no funcione, aunque hay gente dedicada precisamente a levantar negocios fracasados, aunque también hay miles que funcionan y se venden por otras razones, como jubilación o viaje”, explica. Comparable ya tiene disponible la comparación online con cotización automática de seguros para automóviles, y pronto tendrán la de automóviles 0 km.
“Me causa un poco de risa esto de no querer dar precios, como si fuera un gran secreto. ¿Cómo podés comprar o vender una empresa sin información?”, dice Gabriela. “En general, los negocios en el país se manejan con mucho secretismo. No se quieren dar precio por un supuesto temor a la competencia, cuando en realidad cualquier empresa que haga bien la tarea sabe perfectamente cuánto cobran los demás. Esto permite que los precios se den según la cara el cliente. Lo que pretendemos también con Negociable es que las oportunidades lleguen a un círculo lo más amplio posible de personas. Y con ambas plataformas, también queremos educar a los consumidores sobre la necesidad de ser formales. Una empresa sin personería jurídica, licencia, sin facturación, etc. te estafa y no tenés con quién quejarte. Además, es competencia desleal a quién sí paga impuestos y juega según las reglas. Por eso digo siempre que para funcionar correctamente, el mercado necesita transparencia y formalidad, los dos principios que guían ambas plataformas”.
Gabriela entiende que esto recién comienza: “ya me hice la idea de proyectarme a largo plazo” declara estirando la “a” de largo, “pero por algo tenemos que comenzar”. Para terminar, le pregunto qué libro recomendaría al qué está interesado en saber más sobre negocios pero no es experto: “Freakonomics”, dice sin dudar, “porque además de dar información interesantísima que desafía ideas convencionales, te hace reír muchísimo”.