21 de Noviembre de 2024
La Alondra: Un viaje en el tiempo

Alejandra Gavigán

Desde octubre del año pasado, en el dinámico pero a la vez mágico barrio Carmelitas se erige casi escondido pero al mismo tiempo a la vista, entre los frondosos árboles de la calle Dr. Morra, un edificio que asemeja una fábrica que nos transporta a la época de la Guerra de la Triple Alianza: el hotel factoría La Alondra.

Este hotel, construido con materiales tan nobles como el ladrillo, cerámicos, maderas oscuras recicladas, chapas, piedras calcáreas, entre otros, se encuentra ensamblado de una manera tan perfecta que nos ofrece un viaje en el tiempo a través de sus pasillos, ambientados con luces tenues y cuadros de la época que invitan a imaginarnos estar en una historia romántica, tal vez como una de esas películas románticas de estilo rural-europeo del siglo XIX.

Recorriendo un poco el hotel, podemos conocer y enamoramos de la historia de Ofelia Centurión Pueyrredon, quien, por medio de las hojas de su diario personal, nos cuenta a través de su memoria familiar la historia de Paraguay, acompañados por una imperdible colección de botellas de licor y perfumeros franceses rescatados del campo de batalla de la Guerra de la Triple Alianza.

Al entrar al Bistró de la Alondra, podemos imaginar lo que pudo haber sido el galpón de la fábrica en la cual está inspirado. Esta bóveda de diseño guastavino fue construida con una antigua técnica inglesa y con cerámicos que fueron hechos artesanal y exclusivamente para la misma, inspirados en la Grand Central Terminal de Nueva York que respalda la imagen de un refugio.

En la planta baja, al centro y dando vista al callejón, se encuentra la ‘Sala Roja’, la cava particular de La Alondra que cuenta con un mesón de 6 metros para 22 personas y más de 80 en cocktail. Rodeados de los mejores vinos y una atmósfera íntima, este salón cuenta con toda la más alta tecnología para eventos tales como bodas, baby showers y presentaciones, así como para reuniones de trabajo o conferencias.

Un espacio exclusivo para los huéspedes es ‘El Puente’, que fue construido utilizando la ingeniería típica ferroviaria, donde estos pueden degustar los tragos que ofrece la carta, leer un libro o simplemente relajarse.

El lujo y la calidez de este hotel no solo están en sus sectores sociales, también se encuentran en sus habitaciones: amplias, con pisos de madera, grandes camas con linen suaves para que el huésped descanse de la mejor manera y despierte con toda la energía necesaria para empezar su día.

En el cuarto piso se encuentran dos Master Suites de 150 metros cuadrados cada una.

Minimalismo, a un lado

La verdadera estrella de toda esta gran estructura arquitectónica, es la comida: simple, casera y abundante, que va más allá del concepto de “cocina de chef” para hacernos sentir como si comiéramos en nuestras casas. Los platos minimalistas son dejados de lado.

La cocina de la Alondra concierne a toda Latinoamérica y se corona con los mejores vinos de las mejores regiones vitícolas de nuestro continente y champagnes de los más aclamados terruños franceses.

El Bistró está abierto al público. En este espacio confluyen el huésped y el ciudadano que llega desde cualquier punto del país. Por la mañana temprano nos encontramos con el desayuno: donde nos proponen un delicioso buffet a manera de que el huésped pueda recargar su energía luego de un reparador descanso.

Al mediodía, para los ejecutivos y personas que llegan al hotel con ganas de saciar su apetito, está la propuesta del día que varía en función al clima e ingredientes locales para satisfacer los más exigentes gustos.

A partir de las 5 de la tarde, la carta nos prepara el English Tea Time, con una variedad de té en hebras y  deliciosos bocadillos tanto dulces como salados, para esperar la cena.

En la noche nos encontramos las más variadas opciones: ensaladas tibias, deliciosas pastas, sopas abundantes, finos pescados y carnes rojas así como postres hechos para los más golosos, preparados con el mejor chocolate belga.

El hotel la Alondra es un nuevo ícono en la ciudad, un edificio con encanto, cuyas paredes cuentan una historia. La de una familia típica paraguaya con sus diversos personajes, que a través de sus fotos, sus colecciones y sus aventuras le dan vida a cada ambiente y rincón del hotel y con su comida, nos hacen sentir como si estuviéramos en nuestros hogares.


Dónde? Dr. Morra casi Tte. Hector Vera

Teléfono: +595 21 612 100 - reservas@laalondra.com.py

Instagram: @laalondrahotel

Reservas y tarjetas de crédito: si

6 de Septiembre de 2016

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