La Carossa, de Asunción a Perú sin escalas
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En Arequipa, carossa se le dice cariñosamente a la gente de tez blanca, y así le llamaban a la madre de uno de los dueños, la mujer cuya fortaleza y amor inspiran este proyecto.
Perú tiene diversos microclimas: costa, sierra y selvas tropicales. Una geografía que le da la posibilidad de cultivar frutas y verduras durante las cuatro estaciones. Y un frío mar que le brinda gran variedad de pescados y mariscos. A lo largo de los años, a los ingredientes y recetas autóctonas se fueron integrando los aportados por las colectividades orientales, europeas y africanas, por esto se dice que en Perú existen sabores de cuatro continentes en un solo país.
En La Carossa se preparan los tradicionales platos peruanos con acento en la cocina costeña, adecuada para el clima de estas latitudes. Su clave es conservar el sabor típico y adaptar el picante al paladar del cliente. Para lograrlo, es necesario tener los ingredientes adecuados, por eso, este emprendimiento incluye que parte de la materia prima se adquiera en su lugar de origen. Así, viajan desde Perú: el ají, el pisco -que es su bebida bandera y patrimonio cultural de la nación-, las aceitunas negras y algunos condimentos.
Vayamos a la carta. El ceviche es uno de los platos típicos de toda la costa peruana, sus ingredientes principales son: pescado fresco, cebolla morada, ají, limón y un picante que se regula según lo desee el comensal. Se acompaña con maíz cancha y puede ser de tilapia (G 55.000), de lenguado
(G 60.000), de salmón (G 80.000) o mixto (G 65.000), que viene con pulpo, cubos de tilapia, calamares y mejillones. Otra opción de pescado fresco es el tiradito. Podemos elegir el de pulpo (G 75.000) o el de tilapia (G 55.000).
Si hablamos de papas, en Perú existen miles de variedades, y debe haber similar cantidad de formas de prepararlas. Las papas a la huancaína (G 25.000) y la causa (G 45.000) son dos clásicos que no faltan en mi selección.
Como platos de fondo, hay varias opciones. El pulpo a la parrilla (G 85.000) y la jalea mixta (G 125.000) son las estrellas de la carta. La jalea mixta es una abundante fuente de pescados y mariscos apanados y fritos, servidos con cebolla, tomate, ají y mandioca frita (ellos le dicen yuca). Además hay arroz chaufa de pollo (G 35.000) o de mariscos (G 65.000), carnes, pastas y pescados preparados con toques peruanos.
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Luego de una cena fresca llegamos a los dulces. El suspiro limeño (G 25.000) es un postre a base de yemas de huevo, azúcar, leche y vainilla cubierto por una generosa corona de merengue, se puede mezclar o comer en orden, parte por parte, capa a capa. Excelente para quien, como yo, necesita el toque dulce.
En los días de semana se puede aprovechar el after office para pasar por un cóctel. Un pisco sour nunca falla (G 25.000), la carta de vinos tintos y blancos es de alta calidad, y también hay whisky, cerveza y espumantes.
La cocina peruana tiene mucho para ofrecer. Y, sin dudas, darse una vuelta por La Carossa es una buena manera de comprobarlo.