Informal, amable y familiero. Mesas en la vereda, patio abierto, decoración sencilla y sin pretensión de parecer estilosa. Bien parecido a lo que sería la casa de mamá (o de la abuela para los más jóvenes)
La propuesta incluye mesas bajo los árboles, algunas mesitas en la vereda y varios lugares adentro, cerca de la despensa y con vista privilegiada hacia la barra y zona de cocina.
La carta es muy amplia, tiene opciones para desayuno tardío o cena entre amigos por lo que podemos encontrar desde huevos revueltos hasta milanesa de surubí pasando por picadas, sándwiches y empanadas. El menú invita a brunchear todo el día con opciones contundentes que incluyen café, jugo, huevos revueltos, tostadas y mermeladas y algunas opciones más livianas como el ‘’brunch fresco’’ con fruta y granola o inclusive en su versión más típica si piden el ‘’brunch nacional’’ con cocido, jugo de naranja, mandió chyryry y mbejú. También hay un ̈brunchito ̈ para quienes prefieran darse el gusto de un brunch en su versión corta.
Si solo necesitan un espacio para una charla y un café, también pueden hacerlo y aprovechar además el solcito que se cuela entre los árboles del patio y que estira la estancia sin dudarlo.
La Provista Alberto de Souza e/ Cruz del Chaco y Cruz del Defensor. Martes a domingo de 9h a 23h. Reservas 0993 352 222.
Si la vida y las obligaciones no permiten un desayuno fuera de casa pueden ir para el almuerzo y se sacan las ganas de un poco de aire libre comiendo alguna marinera, un buen asado a la olla con arroz kesú o un rico vorí si les queda frío en el cuerpo. Para los que gustan de almorzar más liviano hay varias opciones de ensaladas y alguna que otra sopa según el clima. Para los dulceros por supuesto sobran opciones dulces ya sea como postre o para acompañar un cafecito. Si ese es su caso pueden ir desde un internacional waffle hasta un criollo dulce de mamón con queso además de varias opciones de contundentes porciones de tortas.
Como La Provista está pensado para todos por supuesto también hay muy buenos tragos y una corta pero contundente carta de vinos por lo que los devotos de los brindis y las celebraciones también encontrarán su lugar en este almacén de barrio ya sea para festejar el reencuentro entre amigos o adorar al sol cuando se despide en el atardecer.
La hora de la merencena también está planeada y se puede optar por alguna de sus deliciosas empanadas o un sándwich de los varios que moran en la carta o, para los que llegan con hambre a la noche, pueden pedir alguna pasta o el riquísimo rissoto.Como verán, La Provista no sólo está pensado como una hogar sino que funciona como tal: es llegar sin importar la hora y abrir la heladera. Bueno, en este caso sería abrir el menú, pero la idea está muy bien reflejada.
Además, como todo hogar que se precie de tal, los fines de semana se viste de algarabía y saca las ollas al patio casi como permitiendo meter el pan en la salsa. Si bien y por protocolos sanitarios eso es casi imposible en estos tiempos, la cocina sale a la vereda y nos hace partícipe de sus vaivenes casi de manera hogareña. Para participar de estos festines deben estar al tanto de la cuenta en las redes así podrán saborear de antemano el menú que va rotando cada semana y ser felices por anticipado. Pastas, feijoadas y diversos festivales temáticos se apoderan de la cuadra para alegría de los participantes.
Anoten y hagan sus reservas. No me reclamen que no les avisé.
Por otro lado y si no les alcanza con sus visitas, La Provista tiene montada una muy buena despensa, así que para los que quieran llevar calor de barrio a sus hogares pueden comprar cada uno de los ingredientes de los platos del menú para recrear en sus cocinas la buena onda que hay en el almacén.
Se acaba el espacio y me sobran muchas cosas que contarles pero bueno, es difícil meter a todo un hogar en una reseña. Volveré varias veces para probar el resto de la carta, pero entiendan, me faltarían días del año para lograrlo.
La Provista, la despensa del barrio, el comedor de todos.
