Por Oliver Gayet

Hace ya unos años que estamos viendo el franco crecimiento de los vinos oriundos del otro lado del Atlántico aquí en Paraguay; franceses, españoles, italianos, portugueses y alemanes. Increíblemente, llegan a precios competitivos, además de ser de excelente calidad para competir de igual a igual con los argentinos y chilenos, a los cuales con tanta facilidad tenemos acceso.

Poco a poco se va viendo que el interés de las importadoras se enfoca más hacia los vinos de Italia. Prueba de ello es que en la última Expo Vino, dos importadoras, London Import y La Caoba, estuvieron lanzando vinos de ese país. Además, mucha presencia de enófilos curiosos por esos vinos pude constatar durante la feria.

Italia, hoy, representa al país que más vinos produce en el mundo, superando a Francia y España. Sus vinos son muy apreciados por el público de los EE.UU., que son sus mayores clientes fuera del mercado interno. Lo interesante de los vinos italianos es que uno puede identificarse con los vinos de diferentes regiones, de norte a sur (Piamonte - Lombardía a Sicilia) y de oeste a este (Toscana a Friuli). Sus diferentes climas, alturas y suelos hacen que en cada una de estas regiones las viñas se adapten mejor a cada terroir, al punto que hoy en día identificamos regiones por el tipo de uvas allí plantadas, ya que algunos varietales son muy predominantes dependiendo del DOC a que correspondan.

La región más al norte es el Piamonte, de donde se conoce más a las dos DOCG (Denominación de Origen Garantizada) Barolo y Barbaresco, que no son uvas sino regiones, donde la variedad de uva Nebbiolo es predominante (de características suave y agradable).

La Lombardía es conocida por sus hermosos paisajes, así como por sus vinos. En esta región, las variedades internacionales están bastante presentes como el Merlot, el Cabernet Franc, pero así también la Barbera y el Sangiovese.

La región del Véneto, a orillas del Adriático cercano a la ciudad de Venecia, nos brinda famosas denominaciones como el Valpolicela y el Bardolino (en donde predomina la uva Corvina Veronese).

De la Emilia Romana proviene el famosísimo vino ligeramente gaseoso llamado Lambrusco, conocido en sus tres presentaciones: tinto, rosado o blanco.

En la región de los Abruzios, el DOC más conocido es el Montelpulciano d’Abruzzo, un vino muy apreciado en nuestro mercado, elaborado a base de una mezcla de las uvas Montelpulciano y Sangiovese (suelen ser ricos y bastante frutados, lo que hace que el público en general lo acepte muy fácilmente ya que es un vino noble al paladar).

La Toscana se puso de moda en los últimos años por los llamados “Supertoscanos”, nombre que no representa una denominación  de origen sino un estándar de calidad; ya que son vinos de gran trayectoria, que pasan por roble, lo que nosotros aquí conocemos como “vinos premium”. Pero la verdad es que la Toscana es conocida por su Chianti, uno de los vinos tintos más vendidos en el mundo, un DOC que produce un vino excelente a base de la uva Sangiovese.

Otra DOCG que se sitúa entre las más reputadas es el Brunello di Montalcino. Ésta es mundialmente conocida por sus vinos de alta gama. Está elaborada con uvas “Brunello de Montalcino”, que no es otra que la Sangiovese Grosso. Su característica principal es que el vino no puede comercializarse en ningún caso si no tiene como mínimo 4 años de añejamiento, de los cuales 42 meses es obligatoriamente en barrica de roble, contando desde el día 1º de enero del año siguiente a la vendimia.

Increíblemente, los vinos de la isla del DOC Sicilia tienen muy buena aceptación en el mercado, sus vinos más conocidos son el Marsala, el Faro y el Etna, ninguno de ellos recuerdo yo que se comercialice aquí, pero si encontramos varios vinos de esta región de las uvas Nerello Mascalese, Malvasía y Catarratto.

Más de 100 etiquetas de vinos italianos hay en el país, los mayores importadores de estos vinos son hoy en día: Patricia SA, Monalisa SRL, EDESA, London Import SA, La Caoba SAIC, Mannah SRL, Andina y SAX.

Les puedo garantizar que hay mucha calidad en los vinos de la península con forma de bota en el mercado paraguayo, de precios muy variados, volviéndose accesible para todos los bolsillos y los gustos.