500 g de Harina 000 Hildebrand
10 g de sal fina
275 ml de agua
20 g de levadura fresca
25 g de manteca
150 g de manteca
1 mazo de perejil
4 dientes de ajo
20 g de queso rallado
Sal y pimienta, a gusto
En un bowl, mezclamos harina y sal. En un recipiente con agua, disolvemos la levadura, agregamos a nuestra preparación e integramos bien. Incorporamos la manteca y amasamos hasta conseguir una masa suave y homogénea.
Dividimos la masa en dos, bolleamos y dejamos reposar por 15 minutos.
Estiramos la masa formando un círculo de 2 cm de espesor, juntamos los extremos superior e inferior en el centro de la masa y presionamos con los dedos para que se peguen, volvemos a juntar ambos extremos de manera que quede uno encima del otro, unimos haciendo presión con el talón de la mano y le damos una forma cilíndrica.
Cubrimos y dejamos leudar al doble de su tamaño. Espolvoreamos con un poco de harina, hacemos 2 leves cortes de manera diagonal en la superficie del pan y llevamos la masa a horno precalentado por 20 minutos, a 200ºC.
Mientras tanto en un bowl, derretimos la manteca, agregamos ajo, perejil, una pizca de sal y derramamos entre los cuadraditos del pan. Agregamos queso rallado en la superficie del pan, llevamos a gratinar al horno y listo.
Por último, hacemos cortes diagonales en la parte superior del pan, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda casi hasta llegar a la base, de manera que queden cuadraditos.