Hay que admitirlo, los juernes, como generalmente los conocemos, ya estira una cerveza; un trago de la rubia espumante para cortar la semana es más que justo y necesario. Seres como nosotros, que viven entre luces fluorescentes y pantallas se merecen un trago de IPA al terminar el largo día laboral.

El jueves 11 de mayo, Patagonia cerró la calle Tte. Héctor Vera, en conjunto con Almacén del Plata, para presentar la nueva IPA de Patagonia: La Session 24.7.

Indagando, con mi compañero de cata, Gabriel, nos enteramos de dónde vino la inspiración: todo comenzó en el kilómetro 24.7 de Circuito Chico, Bariloche. ¿Por qué? Porque allí se encuentra la Microcervecería Patagonia, donde el maestro cervecero Diego Felipe Bruno, junto a un grupo de magos cerveceros, elaboran los nuevos sabores, a partir de la alquimia de ingredientes autóctonos de la Patagonia.

Al son de Mothership Connection, en nuestras manos teníamos las ya conocidas e infalibles Weisse y Amber Lager, mientras picábamos unos sandwichitos de pastrami de Almacén del Plata.

22:30, puntualmente, la música bajó sus decibeles para dar paso a un pequeño discurso de André Magón, embajador de la marca, mediante el cual nos dio los detalles sobre la nueva IPA:

Esta cerveza forma parte de las Sessions Beers, que están caracterizadas por ser fáciles de tomar, ideales para los conocedores de la cerveza; su cuerpo liviano y muy refrescante, aparte de tener un amargor balanceado, hace que esta cerveza sea ideal para el calor paraguayo.

Según Gabriel, su amargor suave se fusiona perfecto con el agregado de Sauco, le brinda un grado de acidez aportándole un sabor frutal, muy tenue y muy interesante. Por su lado, desde mi perspectiva, descubrí que el toque de miel juega un papel fundamental para contrarrestar la acidez propia del Sauco.

Definitivamente, la IPA Sessions 24.7 llegó para quedarse.