19 de Abril de 2024
Una cepa blanca bien criolla y versátil

VinooEl Torrontés es una variedad de uva blanca originaria de Argentina. Si bien sabemos que la mayoría de las cepas en el continente americano son de origen europeo, esta variedad en particular es un cepaje autóctono producto de la fusión de la uva moscatel de Alejandría y la uva Criolla Chica.  Hace poco se descubrió con estudios de ADN que el Torrontés Sudamericano no está, como siempre se creyó, relacionado al Torrontés español de Galicia.

Existen tres variedades de Torrontés argentino, el mendocino, el sanjuanino y el riojano. El Torrontés Riojano es el más difundido, pero, en favor de simplificar llamamos al vino simplemente Torrontés.

Voy a centrarme en uno de los atributos de su personalidad: la versatilidad como acompañante de los platos que no sabemos con qué maridar, sobre todo con el boom de la cocina autóctona. Si bien 80% de los consumidores prefiere el vino tinto, los atributos del vino blanco puede revelarse en la mesa con el Torrontés.

Es un vino ideal para la gastronomía latinoamericana porque armoniza con las empanadas, tamales, locros, humitas y quesos de cabra. No pierde presencia frente a comidas picantes como la mexicana o la peruana. Su notable permanencia en boca lo hace socio perfecto de un risotto con frutos de mar o de una parrillada de mariscos y por supuesto, del sushi. Algo importante es respetar la temperatura de servicio entre 8 y 9º C.

El Torrontés expresa su mayor esplendor en el Valle Calchaquí. Los factores son la altitud, la gran exposición solar y la buena amplitud térmica de 20°C entre el día y la noche. Esto facilita el desarrollo homogéneo y equilibrado de la uva.

El vino que degustamos pertenece a Colomé, la bodega salteña más antigua de Argentina, fundada en 1831 por el gobernador español de Salta, Nicolás Severo de Isasmendi y Echalar. El casamiento de su hija con José Benjamín Dávalos introdujo los cepajes Malbec y Cabernet Sauvignon en tres viñedos que producen uvas hasta ahora. El grupo Hess adquirió la bodega en 2001 y se encargó de modernizar las instalaciones que permiten elaborar vino de calidad. También construyeron una turbina de agua que produce la electricidad utilizada por las fincas y habitantes del pueblo de Colomé.

Los viñedos están distribuidos alrededor de 4 fincas con diferentes alturas: Colomé de 2300 mnsnm, El Arenal 2700, Altura Máxima 3111 y Finca La Brava de 1750, al norte del Valle Calchaquí de donde provienen mayormente las uvas del vino que catamos esa noche.

Después de conocer el potencial de este cepaje, descorchamos la botella de etiqueta blanca, que antes era amarilla; creo que ganaba más presencia con ese color al momento de buscarla en la cava. El nombre de la bodega, que brilla impreso en stamping dorado semejante al color del vino, nos presenta un varietal 100% torrontés de cosecha 2014 y alcohol de 13.5%. En la apreciación visual tenemos un vino de excelente color y brillo, tonos de amarillo pálido; normalmente, cuando es muy joven, aparecen leves tonos verdosos.

Es un vino blanco aromático de carácter floral con una intensidad media-baja. También podemos apreciar fruta blanca y notas cítricas, rosas y pomelo, principalmente, y en segunda escena un toque de especias.

Acá llegó el impacto que nos seduce de este vino. Encontramos una nariz dulce, empalagosa, bouquet de flores y frutas, influencia de la uva moscatel, para pasar a la boca donde esto no continúa, sino más bien tenemos un vino fresco, seco, de estructura marcada y final persistente.

Este torrontés riojano de Salta fue producido en la zona vitivinícola más alta del mundo y nos sigue asombrando con su crecimiento en el ambiente del vino. 

29 de Junio de 2017

Rodrigo Silvero

Notas relacionadas

Lo más leído