En un primer momento, no debe sorprendernos que la zona fronteriza de Pedro Juan Caballero reciba tantos vinos, pues Santa Rita se encuentra en el mercado fronterizo desde hace más de 20 años y, desde este semestre, el Grupo apunta al público de Asunción y alrededores, ya que el consumo de los vinos premium ha ascendido en el último quinquenio.

Fundada en 1880, su centro de operaciones se encuentra en Maipo y Alto Jahuel. Hay que destacar una cosa que distingue a esta viña: el control de más de 4.000 hectáreas, ya que tienen viñedos no solo en los lugares mencionados anteriormente, sino en Limarí, Colchagua, Casablanca, Leyda, y en el Sur, con lo cual cubren las principales zonas de Chile. Además de esto, hay que agregar que Viña Carmen —fundada en 1850— también es parte del Grupo Santa Rita. Son las viñas más clásicas y tradicionales, con más historias para contar, para lo cual hablamos con Antonio Gauci, director de importaciones de la viña.

Antonio Gauci.

Las instalaciones de estas viñas son monumentos históricos nacionales, entre las que destacan: la casona principal de 30 ha y con más de 500 especies de árboles y flores, que también fue residencia del poeta chileno Vicente García-Huidobro.

En cuánto a vinos se refiere, Santa Rita cuenta con 3 líneas en el mercado paraguayo, que representa Shopping China.

La de entrada es el vino Tres Medallas: un vino varietal Del Valle Central de alta producción; bien “friendly”, puesto que son vinos livianos que permiten que la gente conozca las variedades. Luego, la línea de 120: un vino con algo más de barrica, más de origen de valle.

120 es la línea que hace homenaje a la historia de la independencia de Chile, un tributo a los 120 soldados que llegaron a Santa Rita, donde Doña Paula Jaraquemada los recibe, los guarda en el sótano y los protege contra los españoles; al retirarse el enemigo, estos soldados fueron a Mendoza y allí se juntaron con el Gral. San Martín, donde ganaron la independencia. Y es así como Doña Paula, bodega que también pertenece al Grupo, recibe su nombre.

Luego tenemos Medalla Real, ¿su concepto?: se elige el mejor origen para cada uva: el Cabernet Sauvignon para esta etiqueta proviene de Maipo; el Sauvignon Blanc del Valle de Leyda, más cercano a la costa; el Chardonnay de Casablanca; el Carménère de Colchagua. Son vinos que pasan poco tiempo por barrica, para que mantengan el frescor y el cuerpo de cada uva, y mostrar el terruño de donde se cosechan.

Y por último está la línea Ícono, vinos de alta gama, donde se destacan 3:

- Pehuen: 100% Carménère, con 18 meses de barrica. Este vino se cosecha en Apalta y, su nombre, proveniente del mapuche, significa Araucaria (un árbol originario de Santa Rita). Es de baja producción, solo se producen 2.000 cajas por año.

- Triple C: un blend de Carménère, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, hecho con uvas provenientes de Apalta y Maipo. Cada cepa se vinifica por separado y luego se embotellan como un blend, donde Sebastián Labbé se encarga de producir la mejor calidad para este vino de nariz muy poderosa.

- Casa Real: un vino hecho en honor a esta casona, donde la familia de Fernández Concha acuñaba monedas y de donde proviene el nombre de Medalla Real. Casa Real es un vino varietal: 100% Cabernet Sauvignon, hecho con viñedos traídos de Francia. Con solo 24 meses de barrica francesa de primer uso, estos vinos son complejos y concentrados, y no se producen más de 1.500 cajas al año. Cabe destacar, que este es el único vino denominado Wine Legend de la revista estadounidense Decanter.

Kamal Cabach, senior export manager Latam y Caribe.

En Santa Rita las viñas son sustentables, en dos sentidos: entre las hileras de los viñedos existe mostaza plantada, que ayuda a atraer abejas para polinizar y mejorar la producción de las uvas y la plantación con tutores de aluminio; que además de generar su propia electricidad y manejo de agua, da trabajo a los pobladores de la zona y fomenta el desarrollo educacional de la población.

En síntesis, cada uno de estos vinos refleja lo mejor de los lugares de donde provienen, y su importación representa una gran oportunidad para el paladar de los consumidores de Asunción y las ciudades aledañas.