25 de Abril de 2024
El estilo caribeño en Paraguay

Hasta hace unos pocos años en Paraguay contábamos con restaurantes que ofrecían tres tipos de cocina bien diferenciadas: el asado, las pastas y la “comida internacional”, nada más.

Es innegable que esa realidad cambió. Hemos evolucionado mucho en cuanto a cantidad, calidad y variedad y es así que hoy podemos optar entre muchas opciones, desde verdadera cocina paraguaya hasta comida típica de lugares más lejanos. Cocina china, japonesa, coreana, española, uruguaya, francesa, mexicana conviven en varias de nuestras ciudades haciéndonos muy felices a nosotros, los consumidores curiosos (y hambrientos). Gracias a los emprendedores por eso.

27 de Noviembre de 2019

Ana Elisa Greenwood

La cocina caribeña es el resultado de una historia que lleva varios siglos, un intercambio de culturas, costumbres e ingredientes de pueblos muy diversos que desde lejanos países de Europa, Africa y Asia, sumándose a los aborígenes americanos, ha logrado un resultado muy singular y apreciado en todo el mundo. 

En Asunción, puntualmente en el barrio Recoleta, en un pequeño y acogedor lugar, Beto nos ofrece un ambiente muy festivo y alegre que refleja fielmente un rincón del Caribe. Banderines, luces, colores y música alegre se conjugan para lograr un pedacito caribeño bien representativo. Curiosos como somos, allá fuimos a investigar y les puedo asegurar que la calidez caribeña se siente desde el primer momento. El ambiente está muy logrado y la atención es muy cálida. 

La carta es pequeña pero jugosa y en la misma conviven camarones, langostinos y patacones junto con la clásica mazorca con chorizo y la infaltable caldereta caribeña. La oferta de bebidas es muy amplia y podemos encontrar desde tragos típicos colombianos como el mojito San Andrés o el Guaro Tonic hasta los clásicos Gin Tonic o Caipiriñas sin dejar de pasar por las heladas cervezas, aguas y gaseosas. Una vez reunido el equipo y ya acomodados en el amoroso local, buceamos en la carta y nos decidimos por unos patacones (tostadas a base de plátano verde) con encocado de pulpo que resultaron exquisitos; un cóctel costeño de camarón delicioso, además de unas empanadas Doña Gaby que vinieron invitadas desde el local vecino. Para finalizar, y como estamos hablando de street food, no pudo faltar en nuestra selección un muy logrado perro, lleno de texturas y sabores. Para beber llegaron a la mesa varias cervezas, un Guaro Tonic con mucho “guaro” y agua. Ustedes entienden, el Caribe dá mucha sed. Las bebidas vinieron bien heladitas y los tragos resultaron muy sabrosos. 

De postre pedimos una típica oblea, y en este punto me atrevo a desafiarlos para que vayan e investiguen de qué les estoy hablando. Prueben la oblea y después me cuentan. 

Mientras tanto, las fotos no se hicieron esperar, la charla se convirtió en bullicio y las sonrisas terminaron siendo risas. Todo el efecto Caribe en su máximo esplendor. 

Pero bueno, como todo lo bueno tiene un final, la visita se terminó y cada uno de nosotros debió volver al cemento a seguir nuestro día, pero nos fuimos con el estómago contento y el alma feliz. Así que ya saben, si no pueden ir hasta el Caribe, vayan a Bazurto y dejen que el Caribe venga a ustedes. ¡Nos vemos ahí! 

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