Madrileño bocata de calamares

Dicen que hay cosas imperdonables en esta vida: visitar Francia y no ver la Torre Eiffel; pasar por Londres y no oír el Big Ben; disfrutar de la Habana y no pasear por su malecón habanero; ir a Venecia y no darse un viajecito en una góndola; recorrer Buenos Aires y no visitar “La Boca”; y estar en Madrid y no probar su “Bocata de Calamares”.

Un sándwich, Bocata o Bocadillo que se puede disfrutar en los bares del norte de España, más concretamente en Cantabria y País Vasco donde se le conoce como “Bocadillo de Rabas”; En Zaragoza, donde es conocido como “Bocadillo de Calamares Bravos” y son picantes, habitual en los bares de las calles céntricas siendo los más famosos los de la calle 5 de Marzo; y en Madrid donde es infaltable el Bocata de Calamares en bares céntricos de la calle Postas, Plaza Mayor y aledaños, aunque se encuentra en casi todo Madrid.

Difícil de entender como un producto de mar se convierte en un referente de la gastronomía madrileña estando a cientos de kilómetros de las costas que rodean el litoral hispano. Pero la realidad es esa, un Bocata de Calamares es infaltable para el “picoteo” ó “tapeo” si uno está en Madrid y siempre acompañado de una buena cerveza fría.

Normalmente se cortan los calamares en rodajas con forma de anillo de un centímetro de grosor, se salan y se rebozan con harina de trigo.

Tras esta preparación se fríen en aceite de oliva hirviendo hasta que queden dorados.

Es costumbre servirse con un pan de miga. Se suelen usar las baguettes que generalmente una vez calentadas se suelen cortar por un lado introduciendo en su interior los calamares. De esa manera calamares y pan salen crocantes y calentitos.

Hay quien lo acompaña con un chorro de limón, otros con alioli, los hay que piden mayonesa y también quien los come sin ningún tipo de acompañamiento.