Cocina española: Taberna La Malquerida
Por Alejandra Moreno V.
El paraguayo tiene una relación de amor con la paella española, yo no sé qué es, pero está en las venas y este local tiene la intención de ponerle más leña al romance. Este plato es por lejos lo más pedido de la carta en La Malquerida, tanto para comer en el local como para llevar. Calentito y colorido sale este ícono español todos los días y sin parar. Hay para elegir, desde la Valenciana, con pollo y panceta (G 40.000); pasando por Al Baturro, con langostinos, pulpitos, mejillones y pollo (G 60.000); hasta una para impresionar a los suegros como Al Baturrazo, con mejillones, almejas, kanikama, camarones, ostras, rayas, tentáculos, langostinos y calamares (G 200.000 para dos o tres personas).
Además, y como es obligatorio en una taberna, hay diversas tapas como las tortillas española y castellana, con chorizo colorado (G 40.000 y G 60.000 respectivamente); espárragos verdes y frescos, con sal y aceite de oliva, a la parrilla, riquísimos e inencontrables en otro lugar (G 40.000); y corazones de alcachofa con jamón serrano (G 45.000).
En cuanto a pescadería y mariscos, son imperdibles las rabas de calamar (G 45.000); los langostinos al ajillo (G 80.000); o la mariscada grillada, para los indecisos que no saben qué bicho de mar pedir y terminan comiendo de todo, riquísima y enorme, como para 3 personas (G 200.000).
Los platos fuertes son fuertes en serio como bien lo demuestra la milanesa de mondongo, realmente gigante y con papas a la gallega (G 60.000); o el churrasco de falda con papas fritas, bien casero y contundente (G 50.000).
Pero la carta no es el límite, ya que dependiendo de los productos frescos del mercado, al Baturro se le ocurre una que otra receta criolla e imperdible, así que es una buena idea preguntar cuál es la recomendación del día al entrar. También están las picadas y tablas españolísimas como la de jamón serrano español o queso manchego (G 80.000 y G 60.000); chorizo ibérico (G 45.000); y la tabla de la casa completísima y llenadora (G 75.000).
Además de todo esto, por encargo y con antelación, para festejar un cumpleaños por ejemplo, se puede pedir un cochinillo al estilo segoviano, con patatas panaderas para 4 a 6 comensales (G 600.000); gallina criolla en salsa pepitoria (G 200.000); o un pato entero al tatakua para 2 o 3 personas (G 200.000).
Como postre hay sólo una opción, porque no se necesita más: la dulce crema catalana. Una porción generosa, suave y con un crocante caramelo quemado con soplete, si se quiere y a modo de espectáculo, al lado mismo de tu mesa.
En cuanto a qué poner en la copa, además de la famosa sangría, los vinos son un cuento aparte en la Malquerida. Con 80 a 90 marcas y unas 700 botellas en stock, esta bebida es un mundo en sí mismo y hay para todo gusto, de toda región y con todo precio. No todo está en la carta ya que la oferta varía, pero el Baturro, como con todo, está al pie de la mesa para comentar y aconsejar que buen vino tomar ese día.
Conclusión. Para ir a la Taberna La Malquerida, relájate, no desayunes ni cenes la noche anterior en lo posible, ponte un pantalón suelto en la cintura y elije a un grupo de familia o amigos cercanos y divertidos. Al entrar saluda a tu nuevo buen amigo Baturro, pregúntale que hay de especial y ponte cómodo. La comida toda rica, el vino todo bueno y el ambiente especial se sentirán como una extensión de tu casa de vacaciones en España, esa que no tienes pero puedes soñar, y que te llamará una y otra vez. Ya lo demuestra la clientela de siempre, es imposible ir y no querer volver.