Dozo. Hay un chef en mi mesa
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Dozo es un restaurante para probar teppanyaki. ¿Qué es? Un estilo de comida japonesa que se caracteriza por la forma en que se cocinan los alimentos. La palabra deriva de teppan, que es parrilla o plancha, y de yaki, que es cocimiento o asado. También es una forma de comer, porque es más que una cocina abierta: ¡es el chef en nuestra mesa!
Las manos de Tony y David (los nombres que los chefs adoptaron en Paraguay) hechizan las miradas de los comensales con movimientos precisos sobre el teppan. Hipnóticos para adultos y niños, los chefs mezclan técnica y arte con colores, aromas y sabores, y nadie quiere sacarles los ojos de encima.
Hablan en chino entre ellos —y por medio de gestos con las mozas locales—, con la mirada fija en sus espátulas, que mueven a un ritmo increíble. Mezclan, cortan, pisan, chocan, descansan, limpian, vuelven a empezar. Inagotables.
¿Y qué se come?
De la plancha: carne de vaca, de cerdo, pollo, salmón, camarón, cangrejo, ostras, bacalao, langosta cubana. Los toques típicos de la comida oriental: salsa de soja, miel, sésamo, picante justo. Excelente calidad y presentación de los ingredientes.
Hay doce "Combos Gourmet" que, a medida que aumenta su número en la carta, crecen en cantidad de componentes y en precio. Con el Gourmet 1 (G 58.000) nos traen: ensalada mixta, sopa+pan, pollo, lomo, verduras, arroz y, de postre, bananas; los últimos cinco son teppanyaki. Con el Gourmet 12 (G 298.000) nos llega: ensalada de mariscos, sopa+pan, sushi sashimi, pollo, lomo, bacalao, langosta, abulón, cangrejo, mejillón, espárrago, fideo salteado con mariscos y, de postre, helado.
Además de los combos, hay una muy variada carta de platos que incluye sopas, ensaladas, asados, fritos y un sushi completísimo.
Algo simpático: las mesas grandes tienen el teppan en uno de los lados y son para compartir; uno llega y puede sentarse con otras personas, como si fuese una barra, por lo que puede encontrarse más de un grupo en un misma mesa. Pude ver cómo dos familias compartían el espectáculo del chef y se reían juntos —mientras discutían para quién era el plato que se cocía en la gran plancha—, para luego volver a sus conversaciones privadas y, al cierre de la cena, bromear sobre quién pagaba la cuenta de la mesa. Si se desea mayor intimidad, las mesas pequeñas son una mejor opción.
Hay vinos blancos, tintos, cervezas importadas, sake, bebidas orientales, whisky.
Para el almuerzo ofrecen dieciséis platos del día que rondan los G 30.000.
El postre típico: Dorayaky, dos bizcochos redondos rellenos de anko (G 15.000). Hay muy rico helado (G 10.000), pancake de maíz, piña y banana (teppanyaki).
Del teppan a nuestro plato. La distancia es corta. El espectáculo, infinito.