Huevo frito y dos rebanadas de pan trincha

La virtud más resaltante de un sándwich es la libertad, que no sólo se percibe por la facilidad de preparación, su simpleza o su fácil ingestión, sino también en el libre albedrío de variar, agregar, sustituir, eliminar o cambiar sus ingredientes. Es muy caro a mis recuerdos el sencillo pan trincha que antes veíamos por todas partes, en panaderías, despensas de coreanos, despensas de barrio, supermercados y autoservicios.

Lo veíamos en las mesas más pudientes acompañando un menú fino, y en la media de los trabajadores de fábricas u obras en alianza con un buen corte de mortadela o abundante vaka’i.  Hoy parece estar queriendo escapar a la extinción y volver a su sitial junto a otra “estrella estelar”: el huevo, pero no cualquier huevo, el “huevo frito”; la versión más discutida  del huevo, aunque sin duda una de sus mejores expresiones en cuanto sabor y textura. El mordisco que llega a ese corazón de yema jugosa es aquel que nos hace cerrar los ojos de placer.

Ingredientes

8 rebanadas de Pan Trincha

8 rebanadas de Muzarella fresca o 4 muzarellas de pieza

4 huevos

2 ajos picados

1 aji picante en julianitas 

Poquito de jengibre picado

Verduras preferidas ralladas o cortadas en juliana

Preparación

Tostar los panes con el queso ya montado sobre los mismos (así se funde). Mientras, fritar los huevos agregando sal, pimienta y orégano, en especial sobre la yema. En la misma sartén o wok  donde se fritaron los huevos, agregar un chorrito de aceite y hacer el sofrito de ajo, jengibre y ajíes.  Distribuir sobre los huevos. De nuevo en la misma sartén, darle un salteadito a las verduras, o si les gusta las dejan frescas que también hará un lindo contraste. Último, montar el huevo sobre el pan con el queso, las verduritas arriba, darle una pasadita de una rica mayonesa al otro pan, cerrar y comer. ¡Chau!