20 de Abril de 2024
Pink Cow: para los devotos y los no tanto

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Hay lugares que reflejan la personalidad de sus habitantes y Pink Cow es uno de ellos. La combinación de fucsia con turquesa, las pizarras escritas con el menú, los dibujos hechos con tiza, todo en el lugar, además de la comida, muestra la esencia de Pink, dueña y creadora de este restaurante vegano situado en pleno centro asunceno.

Para el más dogmático omnívoro, la comida vegana es casi un pecado. Mucha gente se asusta de los lugares que en virtud de la ética alimenticia o el estilo de vida diferente, limitan la oferta de sus cartas. Pink Cow es todo lo contrario. Celebra la diversidad pero con un hilo conductor: aproximar la cocina vegana a los sabores, aromas y texturas a los que estamos acostumbrados los no veganos. Si bien la propuesta está libre de productos de origen animal, su versatilidad conquista también un público que no necesariamente practica el veganismo.

Laura Ferreira -más conocida como “Pink”-  arrancó en la cocina de la casa de sus padres. Sus primeras creaciones fueron degustadas en ferias, para después convertirse en un servicio de viandas para el almuerzo. Al comienzo, tuvo que importar muchos ingredientes que quería incorporar a su comida, ya que no se encontraban acá. Luego pasó a hacerlos ella misma, probando y experimentando. La recepción de la gente llevó a que Pink decidiera expandirse, estableciéndose en el local donde hoy funciona.

El lugar se llena al medio día. Van personas que buscan cuidar su salud, trabajadores de la zona, vegetarianos y veganos. Algunos entran con temor y salen seguramente enamorados.

Cada plato lleva consigo las experiencias de Pink, su amor por la diversidad, por los viajes y la música. La Hamburguesa de lentejas con papas horneadas es una fusión de sabores conocidos con ese toque extra, que es quizás lo único que delata que no está hecho de carne vacuna; la mayonesa de semillas de girasol es una mezcla de mostaza con el sabor de la mayonesa usual, pero mejor.

La pizza, hecha con queso casero de mantequilla de nueces de macadamia invoca texturas y aromas que nunca encontrarías en una pizza tradicional. También hay chipa guasu, sopa paraguaya, hummus y sándwiches. La cocina oriental tiene su lugar en Pink Cow con el sushi vegano con queso de girasol y rollitos primavera de vegetales. Esto lo acompañamos con un jugo verde, elaborado con maca y espirulina, dos “superalimentos” que están revolucionando el mundo de la alimentación conciente.

Otras opciones son el Revuelto de zapallitos y crema de choclo con cebollas salteadas y arroz integral; Fideos de arroz con vegetales salteados en jengibre y aceite de sésamo con semillas: Spaghettis de zucchinis y zanahorias con salsa pesto y crema de macadamias; y de postre, una Mousse de chocolate con macadamias y castañas. La elaboración de estos productos muchas veces se basa en la deshidratación, una técnica muy utilizada en la cocina crudivegana o “Raw”, pero quizás desconocida para los que no están familiarizados con esta cultura.

Además del servicio de restaurante, en Pink Cow funciona una tienda de alimentos naturales hechos con ingredientes diferentes a los que estamos acostumbrados. Hay leche de nueces, dulce de leche, rawtella (su versión Raw de la nutella), leches vegetales, quesos untables y semiduros, harinas alternativas, etc.

Datos Útiles
Manduvirá 485
casi 14 de Mayo
M 0981 526894
Horarios: Lunes a viernes, de 8 a 16 h.
Noche: Jueves y Viernes de 20 a 23:30 h
Delivery: Sí

14 de Agosto de 2015

Rodrigo Silvero

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