Cristián Vallejo, enólogo de Vik, invitado exclusivo de la importadora Caminos del Vino que trae los vinos de Vik a Paraguay, llegó al país para descorchar la primera botella del Vik 21, un ensamblaje que logró obtener los 100 puntos del reconocido crítico James Suckling. 

“Este reconocimiento nos posiciona entre las cinco viñas más destacadas, siendo la más joven en alcanzar esta hazaña. Este éxito es el resultado de haber encontrado un terroir único y de un trabajo incansable enfocado en la excelencia. Nuestro objetivo ha sido y sigue siendo, ofrecer vinos que no solo se disfruten, sino que se vivan como una experiencia sensorial inigualable”, refirió Vallejo.

Viña Vik está ubicada a dos horas al sur de Santiago. “Nuestros viñedos se benefician de una geografía privilegiada. El suelo de la zona, originado en la cordillera costera que emergió hace 150 millones de años (antes que la Cordillera de los Andes), es uno de los suelos más antiguos del planeta. Este tipo de terreno, combinado con la cercanía al mar y un clima templado que oscila entre los 12ºC por la noche y no más de 28ºC durante el día, crea las condiciones perfectas para producir vinos de alta calidad”, sostuvo el enólogo. La denominación de origen Millahue –que en lengua mapuche significa lugar de oro–, es testimonio de la riqueza natural del área, que alguna vez fue hogar de lagos, peces y mastodontes.

“Nuestra viña abarca 4825 has de las cuales solo 314 están plantadas, distribuidas en seis valles dispuestos como una herradura. Esta configuración geográfica aprovecha diferentes exposiciones solares, temperaturas y tipos de suelo, resultando en una gran variedad de sabores que contribuyen a la complejidad y la calidad de nuestros vinos”, explicó.

Uno de los elementos más distintivos de Viña Vik es su enología circular. “Somos pioneros en Sudamérica en tostar nuestras barricas con madera de robles locales (maderas que han caído solas). Esta madera ha crecido durante más de 300 años en este mismo suelo, por lo que lleva consigo la historia del terroir en su ADN, dando al vino una conexión profunda con la tierra”.

ViK 21

Este vino es una mezcla, un ensamblaje 77% Cabernet Franc y 23% Cabernet Sauvignon,  de distintas parcelas, las que pueden variar cada año manteniendo su personalidad. 

Según el enólogo, cada copa de Vik 21 es una experiencia única. El vino presenta taninos finos y vibrantes que parecen saltar en la lengua, revelando capas de aromas que invitan a descubrir más con cada sorbo. 

“Este vino es como un libro.  Cada copa es un capítulo y cada sorbo una página que cuenta una historia”.

El terroir

El clima mediterráneo de Millahue, con noches frescas y días moderados, conserva la acidez natural y los aromas del vino de manera excepcional, aportando elegancia refinada en cada botella.

“En los otros valles donde las temperaturas varían, encontramos el espacio ideal para crear nuestro segundo vino, La Piu Belle, basado en Carménère, mostrando que cada rincón de nuestro viñedo tiene algo distinto que ofrecer”.

“VIK 21 no es solo un vino; es una obra maestra enológica que capta la esencia de nuestro terroir y la pasión que ponemos en cada botella”.

Importados en Paraguay por Caminos del Vino

Encontrá estos vinos en las principales bogedas del país y en el showroom de Caminos del Vino

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