Las ciruelas secas son una gran opción -además de económica- entre los frutos disecados. Ofrecen suavidad y dulzor y pueden rellenarse con ingredientes que se potencian entre sí.
1 taza Almendras o macadamias remojadas el día anterior y peladas
1/2 Jugo de limón
Sal
Aceite de oliva
Agua
Paso a paso
Poner las almendras remojadas y peladas junto con 1/2 taza de agua en el vaso de una licuadora.
Licuar a máxima potencia hasta obtener una pasta homogénea y liviana, pero no tan sedosa para imitar la textura
de la ricotta tradicional.
Pasar la pasta de almendras a una tela de lino o algodón y apretar un poco para eliminar el exceso de líquido (ese líquido podés utilizarlo como leche vegetal), luego poner en un bol y sazonar con el limón, la sal y un toquecito de aceite de oliva.
Enjuagar las ciruelas disecadas y cortarlas cuidadosamente a la mitad, rellenarlas con la ricotta y finalizar
con el tallo de apio.
Añadir unos hilos de teriyaki para presentar el plato, la idea es complementar y no invadir con el sabor
de esta salsa.