También se puede utilizar, como tradicionalmente se hace en la cocina China, la piña, que de por sí es una fruta que contrasta los sabores agrio y dulce.
Llevar al fuego el vino con la manteca y el azúcar, el jugo de naranja, una pizca de sal y un poco de fondo. Dejar concentrar un poco la salsa, apagar el fuego y enfriar.
Incorporar la salsa de tomate en un recipiente al fuego, agregar el azúcar y el vinagre. Añadir la salsa de soja y la pimienta. Cocinar hasta que se disuelva el azúcar. Diluir el almidón de maíz con un poco de caldo. Agregar a la preparación al fuego y la mermelada. Una vez que comience a hervir cocinar unos minutos más y retirar de la cocción.