Tras un gran amor de sangre paraguaya y en búsqueda de una vida más simple y libre, Fredric Hachel llega a Asunción desde Francia con India en la mente.

Con recetas, ingredientes, hornos e incluso un chef importados desde el gigante de Asia, este paraíso étnico ubicado sobre la calle Venezuela logra llenar un vacío gastronómico añorado por los grandes viajeros y amantes de los sabores intensos. Las mesas se colman de personajes foráneos, trotamundos de raza guaraní y curiosos locales en búsqueda de un viaje a tierras ancestrales.

A pesar de conocer Nueva Delhi solo a través de una pantalla, la ambientación de Little India refleja el colorido y mística de ese mundo, donde las texturas y los tonos terrosos crean una armonía. Pequeñas ventanas de diseño arabesco se abren entre las paredes; y la música evoca recuerdos de viejas películas de Bollywood.

La terraza invita a disfrutar del día, pero la travesía culinaria se disfruta más dejándose llevar por los aromas especiados que escapan de la cocina y la explosión de colores en la decoración.

El primer contacto con esta milenaria tradición gastronómica sin duda se aprovecha más en grupo; las opciones son numerosas y la curiosidad mayor que lo que un solo estómago aguanta. El picante, temido por paladares sensibles y añorado por los aventurados del sabor, puede modificarse a gusto desde el nivel 0 hasta 4, un picante que pica hasta los dientes.

De entrada, el chicken tikka (G 40.000), trozos de pollo marinados en una salsa a base de jengibre, yogur y ajo, asados en el horno tandoor son una introducción a esta historia lejana. Las Samosas (G 25.000), unas pequeñas empanaditas fritas rellenas de papa y arveja con especias tradicionales acompañan sin robar protagonismo. Así mismo, el Tilwelli aloo tikki (G 25.000), nada fácil de pronunciar pero facilísimo de disfrutar, son unas croquetitas de papa con sésamo negro, tan tentadoras que deberían venir de a docena.

Como plato principal, un Murgh Curry (G 60.000), plato icónico de la cultura India, es un pollo al curry versionado con una combinación de especias fragantes y poderosas. Otro camino a tomar, el Mutton rogan josh (G 95.000), cordero de sabor ahumado embebido en salsa de cebolla y tomate con aceite de ají, demuestra la grandilocuencia de esta cultura de sabores hasta ahora desconocidos para nuestros paladares.

Yo que soy fanática del arroz por sobre todas las cosas, el arroz basmati (G 12.000) es como para pedir tres porciones cada uno. No en vano en hindi, Basmati significa “Reina de las fragancias”, un arroz de grano largo y fino y aroma suave, sin duda un partenaire ideal para los sabores enérgicos que dominan los platos fuertes de la casa.

Otro side dish que protagoniza más que acompaña, el naan, pan tradicional de la India cocinado en el horno tandoor, plano pero tan esponjoso, de forma irregular y gran sabor ahumado, puede pedirse con queso, ajo, o salpicado con semillas de sésamo y cilantro, con una porción oscilando entre los G 12.000 y 15.000. Ningún, pero ningún plato de la carta está completo sin este manjar de los dioses.

Las opciones de sobremesa obligan a guardar ese pequeño espacio en la panza tras un gran banquete. El Gulab jamun (G 28.000) es tan poco convencional como su nombre, pero ofrece un respiro de los empalagosos postres que son norma en nuestra cultura. Estas bolitas de leche fritas y luego embebidas de almíbar y cardamomo, son un oxímoron de temperaturas y sabores. Hoy, tras mucha lucha y grandes contrincantes, el postre es sin duda el protagonista de la velada.

Datos útiles  D. Venezuela 973 casi Sargento Gauto. Asunción. T. 0991 855 063 Horario. Martes a domingo de 12 a 15 y de 19.30 a 02. Delivery No