Al presentar el Malamado con estilo, el bartender Rodrigo Villalba nos asegura que "la coctelería, más que un oficio, es un arte, una expresión humana destinada a fines estéticos o placenteros". Bajo semejante ideal, nace esta reversión del impecable y siempre vigente negroni.
Así, Villalba nos ofrece, en sus propias palabras, "un cóctel que producirá efectos positivos en ambos sentidos (la estética y el placer), una inspiración que determinará cómo y cuándo se logrará la alquimia del brebaje, y con quién querrá compartirse".