21 de Noviembre de 2024
Rúcula González: El alter ego culinario de Lali
[unitegallery rucula_gonzalez1]   La actriz que interpretó a Liz en 7 Cajas vive a solo unas cuadras del Mercado de Abasto, en un edificio familiar en el que viven sus padres, su hermano y ella, cada quien en su propio departamento. Lali González está cocinando en el piso de sus padres. “Es una independencia relativa que no incluye la cocina, la lavandería y la limpieza”, dice riendo. De esa cocina familiar salen los guisos, el vorí vorí y las tortillitas favoritas. Pero hoy esa cocina está al servicio de otras necesidades: las de una actriz de 26 años que protagonizó el hit del cine nacional 7 Cajas, tuvo un papel en la recientemente estrenada Lectura según Justino de Arnaldo André, imparte talleres de actuación para adolescentes y, en el tiempo que le queda, continúa formándose como actriz. “No tengo mucho tiempo y tampoco mucha experiencia cocinando, pero me manejo con lo básico. Ahora tenemos la suerte de poder comprar las cosas hechas y darles un toque personal y más hogareño, para no caer siempre en el delivery. Soy una experta en todo lo que sea comida rápida”, confirma Lali Rúcula González cumple todos los requisitos de esa comida rápida hecha en casa, mitad compra, mitad creación propia. Es una pizza de masa fina, con salsa de tomate casera que también lleva cebolla y locote, mozzarella cortada minuciosamente para cubrir toda la superficie de la pizza, unas cuantas rodajas finas de tomate, abundante rúcula, queso parmesano y un toque de aceite de oliva. Acompaña un jugo de pomelo, una costumbre familiar que también se da en versión naranja. Lali dice que le encantaría introducirse más en el mundo de la cocina, particularmente en todo lo que sea cocina típica, pero que ahora no tiene el tiempo: “Me gusta el buen comer. Considero que uno de los secretos de una gran cita es una buena comida. Trato de cuidarme, pero mi dieta comienza a las 7 de la mañana y termina a la 1 de la tarde, para el almuerzo”, dice ríendo. El edificio González tiene la peculiar virtud arquitectónica de ser mucho más grande de lo que parece por fuera. La planta familiar tiene un patio amplio y bien cuidado donde Lucero María, la bulldog con moño, se rehusa a estar. Lali me cuenta que, como la madre, también es de buen comer, y no tiene empacho de entrarle tanto a su balanceado como a una hamburguesa con papas. Eso sí, al caldo de verduras le levanta el hocico. Lali todavía tiene acceso a ese espacio personal que la mayoría de las personas dan por sentado: la privacidad. “Creo que es porque hago cine y teatro que todavía no soy una figura pública masiva. La televisión es lo que impulsa eso, ser reconocido en todas partes. Supongo también que el look de Liz en 7 Cajas y el de Lali es bastante distinto. Cuando me reconocen, me tratan muy bien. Me preguntan sobre la actuación, sobre el cine. Pero lo impagable es cuando alguien te dice “sos un orgullo nacional”. Ese es el mayor halago de todos, porque significa que contribuiste de alguna manera a la felicidad de la gente y a la cultura del país”.

11 de Diciembre de 2015

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