El chef Gonzalo Ferrand sabe cómo tratar el atún con delicadeza; una carne que, mal trabajada, solo puede expresar injusticia y, en cambio, con el debido cariño, muestra toda su poesía. La influencia japonesa y el producto peruano se combinan para dar expresión a una de las sorpresas más gratas de la cocina de Luna 21.
600 g atún 50 g semillas de sésamo negro 50 g semillas de sésamo blanco 50 ml aceite de oliva 1 u aguacate maduro 1 u cebolla blanca 1 cdta ajo picado 2 cdas crema de ají panka peruano 100 ml vino blanco 2 cdas miel 250 g chilli garlic sauce 100 ml caldo de verduas Notas: El chili García Sauce se consigue en supermercado en el área de productos chinos. Se puede reemplazar el ají peruano por alguno picante local.
1. En una sartén, dorar la cebolla y el ajo picados finamente. Luego agregar la crema de ají.
2. Unos minutos después, agregar la miel y el vino blanco. Dejar evaporar e incorporar la “chili garlic sauce”.
3. Soltar con un poco de caldo y sazonar con sal y pimienta a gusto.
4. Rociar el atún con aceite de oliva y espolvorearle los granos de sésamo.
5. Sellar el atún en una sartén antiadherente por ambos lados y dejarlo crudo al centro.
6. Cortar el aguacate en láminas finas y disponerlas en un plato, encima colocar el atún en cortes de1cm de grosor, aproximadamente, y bañarlo con la salsa tibia.