Quiero llamarles la atención sobre un local espléndido llamado Uva Terra.
Los propietarios siguen logrando tener uno de los restaurantes más exquisitos de Asunción y con excelente carta de vinos, tal como empezaron. El tiempo fue pasando y se dieron cuenta de la necesidad de tener una cocina que estuviera en constante renovación, ofreciendo a sus frecuentadores propuestas nuevas y tradicionales reinventadas en el menú.
Mi cena en Uva Terra fue un acierto, y les comento que siempre hablo del pasado gastronómico de la ciudad, basado en el respeto que algunos restaurantes merecen por mantener esas recetas tradicionales que hacen parte de la historia de la gastronomía de la ciudad.
Primer plato: Ravioles de calabaza, rellenos con nueces tostadas y ricota, presentados con una suave crema de quesos y nueces écrasé (nueces desmenuzadas). Sencilla presentación para uno de los mejores ravioles que he comido en los últimos 25 años en Paraguay; que delicada pasta, finita, sabrosa, delicada al paladar y con un relleno cuyos insumos fueron tratados con cariño. La fusión de las nueces y la ricota dejaron bien claro que el pastero la ha rellenado escuchando buena música y feliz. En boca me hizo recordar los campos de la Toscana en otoño, ¡que maravilla!
Segundo plato: Cordon Bleu al Panko. El asterisco al lado del plato especificaba que comería un pollo a la Cordon Bleu y no la otra receta que se realiza con Filet Mignon, también relleno y apanado, o no. Un par de detalles importantes que aclarar al lector; esta receta puede ser preparada también con pavo, cerdo, pollo.
Una historia curiosa otorga el origen de esta preparación al cocinero de un trasatlántico, que cruzó el Atlántico en los años ‘20 en tiempo récord. El capitán recibió una cinta azul como reconocimiento a su proeza. Para festejar el hecho, el capitán encargó al chef realizar una receta especial, con la condición de que llevase queso. Éste preparó un filet mignon de ternera relleno de queso, apanado y frito. Presentó el plato con el mismo nombre del galardón que recibió el barco: Cordón Bleu. Historias aparte, es una receta muy conocida y apreciada.
El pollo Cordon Bleu, como plato en sí mismo, apareció por primera vez en los menúes de restaurantes en los Estados Unidos de la década de 1960. Se convirtió en un plato de moda en la época y se sirvió en restaurantes de primera categoría a lo largo de todo el mundo.
Pero el mío, en Uva Terra, tenía un plus; era apanado con Panko, que no está elaborado con pan y eso marca una gran diferencia. El panko se produce a partir de harina de trigo y mediante un proceso especial. Las carnes, pescados, legumbres y verduras se pueden “empanar o rebozar” con Panko. Tras la fritura, el panko da al alimento un efecto crujiente y muy sabroso.
Entonces, mi Cordón Bleu al Panko, relleno de jamón y queso, servido con una deliciosa crema de papas, me hizo regresar a mi infancia y juventud. A cada trozo que saboreaba, en mis oídos sonaban las canciones de Ray Conniff, Peggy Lee, Brenda Lee, Beatles, Stones…un viaje al pasado y con el mismo sabor. ¡Delicioso!
No sería justo dejar de mencionar los postres de la carta que, más que finales, son el principio de un gran amor, dedicado a la gastronomía. Habiendo opciones para todos los gustos, me decidí por una mezcla nunca antes probada; Cazuelita de cambebert, con helado de crema, higos y pimienta negra. ¡Un sueño!
Uva Terra, lugar lindo, romántico, servicio justo, muy buena cocina, un lugar que merece estar en vigencia por muchos años más.